Es por este motivo que incluso los truenos de una tormenta eléctrica o un avión circulando a no demasiada altura pueden afectarles muy negativamente. Evitarlo está en tus manos. Y es que la situación será bastante distinta si acostumbras a los perros cachorros, lo cual no es complicado aplicando las siguientes pautas.
Reproduce sonidos con un dispositivo y ve aumentando el volumen poco a poco
Si un cánido se curte desde el principio, es muy improbable que en un futuro le pasen factura los petardos, las tormentas u otros eventos que sean sinónimos de ruidos fuertes. Tú mismo puedes dar pie a ello con la ayuda de un dispositivo que emita sonido a un considerable volumen, aunque empieza poco a poco.Una buena idea consiste en reproducir los típicos ruidos que emiten los petardos. Para que los asimile bien, empieza con un volumen bajito y ve subiéndolo progresivamente. Tarde o temprano llegará el momento en que los mismos ya provoquen una cierta incomodidad en el perro.
Justo en ese instante deberás premiar su buen comportamiento, entregándole un snack como si de una recompensa se tratase. Lo recomiendan los etólogos expertos, aunque desaconsejan por completo entregar estas recompensas cuando el miedo ya se ha adueñado del perro cachorro. Siempre ha de ser antes de esta situación, ya que sino se le refuerza ese comportamiento negativo.
Gracias a Internet no es nada complicado encontrar sonidos no solo de petardos, sino también de tormentas. Aunque no hay que excederse tanto en términos de volumen como en lo referente a la cantidad de tiempo que dure cada sesión. Cinco minutos al día bastan al principio. Bajo ningún concepto satures al cánido, ya que acabaría siendo perjudicial.
Qué hacer si sigue teniendo miedo en las fiestas con petardos o durante tormentas eléctricas
Año tras año los hospitales veterinarios tienen que atender de urgencia a perros que, tras ser sometidos a una dura jornada de ruidos muy fuertes, acaban padeciendo algún problema tanto en los oídos como incluso en el corazón. No es de extrañar teniendo en cuenta el estrés que les traslada este tipo de situaciones.Si con las claves anteriormente descritas no eres capaz de evitarlo, no dudes en depositar tu confianza en un etólogo especializado. Al tener una dilatada trayectoria a sus espaldas será capaz de dar a tu perro las instrucciones y el entrenamiento oportuno con tal de que haga caso omiso cada vez que se produzcan ruidos de alta intensidad.
Por supuesto, acudir a un profesional de la etología no está al alcance de todos los bolsillos, especialmente si el perro cachorro no interioriza todos los conceptos con una gran celeridad. En ese caso hay otra alternativa a tener en cuenta.
Básicamente consiste en suministrarle un medicamento que actúa a modo de sedante. Para que surta el efecto deseado hay que proporcionárselo unas horas antes de que empiece la tormenta eléctrica o la fiesta con petardos. En el primero de los casos es buena idea consultar la previsión meteorológica.
El sedante dará pie a que el perro cachorro permanezca tranquilo incluso cuando los ruidos muy fuertes tengan origen a poca distancia de su ubicación. Sin embargo, no es la mejor solución posible, siendo conveniente en su lugar acostumbrarle desde que es muy pequeño.