¿Por qué los petardos son tan malos y causan tanto miedo a nuestros perros?
Principalmente diría que ante todo, son casi imposibles de predecir. Ocurren rara vez durante el año, por lo que a los perros los pilla de sorpresa. Esta sorpresa incómoda lleva a causar miedo en los perros, que se vuelven muy sensibles a todo aquello que no pueden preveer.
Además de no saber cuándo van a tener lugar, normalmente los petardos son aislados, o tracas aisladas pero que no tienen continuidad: no están mañana y noche, no aparecen durante 5 horas seguidas con la misma cadencia (lo que los haría un poco más predecibles)…
Si por algo destacan los petardos es precisamente por su alta intensidad. Cuanto más sonoro, más parece que gusta tirarlos… Y eso hace que el susto, tal y como nos pasa a los humanos, sea mayor.
¿A todos los perros les afecta de la misma manera?
No, claro que no. Podemos ver en la calle a perros que no se inmutan con los petardos y otros a los que en fechas señaladas prácticamente no quieren salir al parque. También la reacción a los petardos tiene una parte de genética, y así hay perros más nerviosos o que reaccionan de manera más exagerada a determinados estímulos, que lo llevan bastante peor que el resto.
Además, el incremento de la edad del perro también incrementa los miedos a los petardos, así que podemos encontrarnos a un perro que nunca a mostrado síntomas de ansiedad y que de repente comience a ser más sensible, o incluso perros que comienzan con miedos y terminan en fobias.
Por supuesto, las experiencias que haya tenido nuestro perro cuando era cachorro van a ser muy importantes y pueden influir en su forma de enfrentar estas situaciones. Trabajar la exposición a ruidos y a luces similares a los que generan los petardos bajo supervisión de un/a profesional es muy recomendable.
Diferentes visiones de la fiesta… Imagen: www.schnauzi.com
Algunos consejos
El primero y fundamental es que pidas ayuda de un profesional. Éste es un tema delicado que necesitas tratar de la manera correcta desde el principio. Algunas de las cosas que se deben tratar son:
La desensibilización a los ruidos de petardos.
Acciones adecuadas a las emociones de tu perro, valorando la capacidad de pasar de un estado a otro.
Utilizar las intensidades adecuadas para no exponer al animal a un punto de no retorno que más allá de ser beneficioso, perjudica no solo todo el proceso, si no el bienestar general del can.
Además de eso, hay cosas que puedes hacer para ayudar a tu perrillo, aunque serán una ayuda al tratamiento que pueda hacer un/a entrenador/a canino/a:
Si tienes la posibilidad antes de que comiencen los petardos, saca a tu perro a la calle para que haga ejercicio físico y su nivel de excitación esté bajo. Esto ayudará a que no reaccione en exceso ni se muestre tan nervioso.
Busca una zona de la casa tranquila, normalmente la zona que elija el perro como preferida cuando está nervioso o asustado, será la ideal para él. Pon allí un transportín, siempre y cuando el perro tenga un transportín como un buen lugar de referencia para quedarse tranquilo, y tápalo con una manta, lo que amortiguará el sonido y dará cierta seguridad al perro. Si no tienes transportín o aún no lo has trabajado para que tu perrete esté a gusto, puede vale una mesa o una cama donde meterse debajo.
Opcionalmente, puedes usar ADAPTIL o algún producto de feromonas para calmar al perro, según tu elección. Ojo, calmarlo no es, en ningún caso, sedarlo.
Si la habitación tiene ventanas, cierra cortinas y persianas para amortiguar los sonidos y evitar las luces de los petardos, cohetes y fuegos artificiales.
Pon música tranquila en la habitación. No hace falta que esté a toda pastilla, pero sí que pueda también difuminar un poco los sonidos de la calle. Sería fantástico si el perro tuviera alguna referencia musical para dormirse, por ejemplo, y pudieras usarla en este momento, incitándole a la relajación solo por el hecho de escuchar algo que relaciona con la calma e incluso el sueño.
Lo que no debes hacer
La situación puede ser muy estresante no solo para tu perro, si no también para ti, por los propios petardos o por la impotencia de ver que el mundo no parece comprender lo que está sufriendo tu peludo con esta situación. Por eso te dejo algunas cosas que, por error o desconocimiento, no debes hacer nunca en una situación similar:
No te enfades con tu perro: Es él el que peor lo está pasando. Si tira de la correa (¡por favor, llévalo a casa a un lugar seguro para él!), se hace pis de miedo en casa, de repente sube a tu cama o no para de llorar, no es por placer. Está teniendo una situación difícil de gestionar y no necesita tus gros ni tus enfados para empeorar las cosas.
No le obligues a hacer frente a algo que no sabe afrontar: obligarle a estar con petardos (explosiones, globos que se pinchan, etc.) sin ninguna pauta y ningún control no ayuda, ¡todo lo contrario!Un perro bloqueado por el miedo no aprende nada. Es por eso que cualquier acción de este tipo para superar sus miedos tiene que ser hecha con mucho cuidado y valorando en todo momento el estado del perro y la intensidad que puede llegar a aceptar. Pero eso, igualmente, debe hacerlo alguien preparado para ello.
No hagas cosas que normalmente no harías: el perro ya está en una situación difícil, y lo que menos necesita es que el resto de sus rutinas cambien en este momento.
Acompáñale, pero no te compadezcas de él. Mostrar nerviosismo o pena no ayuda, como tampoco ayudan caricias enfocadas a reforzar esa conducta de miedo. Sin embargo puedes permanecer a su lado a modo de protección, incluso con contacto físico que no sea de caricias lastimeras sino de coraje: “Estoy aquí, pasándolo contigo, aunque a mí no me produce ningún tipo de miedo ni molestia“.
Por supuesto, si tienes la posibilidad de marcharte fuera de ese ambiente a algún lugar alejado, el campo u otra ciudad que esté libre de petardos, es una fantástica opción.
¿Cuál ha sido tu experiencia y la de tu peludo con los petardos?
¡Basta de petardos! Imagen: www.mascotea.net