Los ruidos de cohetes o petardos son causas muy habituales de extravío de perros e incluso fallecimiento, ya que se asustan y tienden a buscar un lugar donde se encuentren seguros. Por ello recomendamos a los dueños de perros miedosos que no se arriesguen a llevarlos sueltos durante las fiestas, días de celebración o si hay posibilidad de cohetes.
En nuestro caso, pese a que Lucca va mejorando poco a poco sus reacciones, sigue siendo un problema a la hora de salir a la calle.
¿Cómo debemos actuar?
Es recomendable actuar con naturalidad cuando nuestro perro o gato se asuste. Si nos abalanzamos sobre él o intentamos calmarlo este se pondrá más nervioso aun con lo cual complicaremos aún más el problema.
Lo ideal es volver tranquilamente a casa si estamos de paseo, intentando no ponernos nerviosos. Allí tendremos preparado un lugar donde se sienta seguro (debajo de la cama, debajo de alguna mesa, en un transportín, en una jaula grande…).
Si podemos también amortiguamos los sonidos cerrando persianas o puertas y nos ayudamos de música relajante para reducir algo el sonido de cohetes y petardos. Podemos poner dejar la televisión o la radio encendida los días que sabemos que pueden sonar petardos.
En ningún momento hay que forzarle a salir de su lugar seguro ni castigarle por su comportamiento, esto solo hará que el miedo del perro aumente.
Podemos tratar de distraerlo con chucherías, juguetes interactivos o enseñándole trucos; pero solamente si él está dispuesto a ello. Aquí os mostramos un vídeo de cómo distraemos a Lucca cuando empiezan los cohetes.
En el caso de Link hacemos lo mismo, cuando empiezan los cohetes lo distraemos lanzándole chuches o escondiéndolas en los rascadores o en varios lugares de casa para que las vaya buscando.
Tratamiento para superar el miedo a los cohetes
Tengo esperanza de que poco a poco la regulación avance y se controle el uso de la pirotecnia, pero mientras tanto es esencial ayudar a nuestro perro a superar su miedo.
Es un proceso largo que no se consigue de un día para otro, pero os aseguro que merece mucho la pena invertir tiempo y paciencia para que poco a poco sus reacciones sean más tranquilas.
Cuando Lucca llegó lo pasaba fatal con los cohetes, cada día de fiesta era un suplicio. No le servia de mucho el tener un sitio seguro en casa, ya que aún así pasaba horas temblando y con la respiración agitada sin moverse del sitio con el ruido de un solo cohete. Había veces que se metía debajo de la cama, en otras llegó incluso a tumbarse dentro de la balda del armario.
Aún tiene miedo en la calle y en cuanto empiezan los ruidos nos tenemos que ir a casa. Aun así, si suena un ruido puntual, en ocasiones conseguimos distraerla con algún juego de olfato, que se relaje y continuar de forma tranquila.
Al principio comenzamos un tratamiento con Objetivo Emoción mediante terapia con Flores de Bach, porque era imposible sacarla de su bloqueo cuando sonaba un ruido fuerte.
Las primeras veces simplemente le dejábamos unas chuches cerca de su lugar seguro con Remedio de rescate para que las comiese cuando quisiera. Cuando fue controlando un poco ese miedo, conseguimos empezar a hacer juegos de olfato o practicar habilidades mientras sonaban los cohetes.
En los días de cohetes, siempre que estemos en casa, Lucca actúa casi con normalidad. Se pone alerta y, si suenan muchos cohetes o petardos seguidos o muy ruidosos, a veces se esconde.
Pero en cuanto ve que nos levantamos acude a realizar sus juegos de olfato y de esa forma se mantiene más o menos tranquila. De hecho, si solo suena algún cohete suelto, suele levantarse a mirar que ha pasado y se vuelve a tumbar.
Para ello nos ha hecho falta mucha paciencia. Cuando empezamos a trabajar con ella nos parecía que iba a ser imposible… No quería ni probar las chuches, no podíamos practicar con ruidos de la tele porque no reaccionaba a estos…
Pero la constancia nos ha ayudado mucho ya que pese a que aun se altere, sobre todo en la calle, en casa puede estar medianamente tranquila y no la vemos pasarlo mal como antes.
Seguimos tratando este miedo para conseguir que cada vez sea menor y que las fiestas no sean una odisea a la hora de salir de casa. Si tu también quieres poner remedio a los miedos de tu peludo no dudes en ponerte en contacto con un adiestrador, un etólogo o tu veterinario habitual para que te aconsejen sobre como actuar.
Puede ayudarte también con remedios naturales como Zylkene, snacks relajantes u otro producto más fuerte si fuese necesario.