Con la misma responsabilidad con la que elegimos quién será el pediatra de nuestros hijos o nuestro médico de cabecera, debemos de afrontar también la elección del mejor veterinario para nuestro animal de compañía.
Lo ideal para que sea el mejor veterinario es contar con un profesional que viva lo más cerca posible a nuestro domicilio. Las clínicas mayores, con equipamiento más sofisticado, atenderán con más medios a nuestra mascota, pero esta profesionalidad se notará en la factura.
Una clínica más pequeña seguramente no contará con servicios especializados en dermatología, oftalmología, odontología, laboratorios especializados, etc, por lo que, en casos puntuales, nuestra mascota deberá acudir a otra donde existan estos servicios.
También es útil dejarse aconsejar por amistades que tengan animales domésticos, ya que sus recomendaciones te ayudarán a decidir.
Tu mascota, en buenas manos
Debes tener en cuenta que el veterinario que elijas será quién seguirá la evolución de tu mascota desde cachorro. Debe inspirarte confianza y simpatía, puesto que en un ambiente cordial lograremos sacarle mayor partida a las consultas.
Es mejor visitar las instalaciones antes de decidirnos por el especialista en salud animal que atenderá a nuestro mejor amigo, incluso un factor fundamental puede ser el comprobar que el personal auxiliar es amable y eficiente, tanto con nosotros como con nuestra mascota.
Cuando te hayas decidido por un profesional, debes llamar por teléfono para concertar la primera cita. Es importante que seas tú mismo quién acompañe a tu mascota, tendrás los datos más seguros y detallados relacionados con el motivo de consulta.
Si tu animal doméstico no ha sido vacunado aún, es mejor que lo lleves en brazos para evitar cualquier contagio por el contacto con otros pacientes.
Nunca debes dejar a tu gato o perro suelto en la sala de espera. Emplea una correa con tu can y el trasportín con tu felino.
En cuanto a los animales exóticos y pequeños animales, pregunta por teléfono antes de acudir a la cita qué medio es más cómodo para el animal.
Si tienes que llevar muestras de orina o heces, conviene pedir en la misma clínica que nos asesoren de los recipientes para transportarlas. Recuerda que antes de una operación el animal debe ir a la consulta en ayunas.
Pruebas diagnósticas de la mascota
La primera consulta incluirá un interrogatorio que abarcará datos sobre el nacimiento, antecedentes de los padres o hermanos, patologías que haya padecido, además de un examen general que abarcará piel y pelaje, ojos, nariz, encías, orejas, aparato respiratorio, cardíaco, reproductor y palpación de órganos internos.
Si el motivo de consulta es más concreto, se realizará una exploración más minuciosa de los aparatos u órganos presuntamente involucrados.
Gracias a los registros informatizados de los pacientes se logra una mayor eficacia en el diagnóstico y en los tratamientos. Visitas regulares al veterinario permiten una vigilancia del animal que se anticipa a dolencias graves.
Por último, ya en la consulta, no te dejes impresionar por una terminología científica que seguramente desconozcas. Si bien tu mascota no puede preguntar, tú sí puedes, y debes hacerlo por ella.
Imagen veterinaria y perro: Army medicine / flickr
Imagen veterinaria y gato: myfuture.com / flickr
Imagen veterinaria y caballo: Auburn Alumni Association / flickr