Síndrome de Waardenburg en hurones. esta enfermedad es genética y se desarrolla, normalmente, en los hurones de 'las nieves', es decir, en ejemplares blancos con los ojos negros.
El síntoma más característico del Síndrome de Waardenburg en hurones es la sordera total o parcial. La relación entre el albinismo y la sordera se conoce desde mediados del siglo XIX gracias a Charles Darwin, que ya habla de esta enfermedad en su obra "El Tratado del Origen de las Especies".
Según Antonio J. Santoyo, responsable de la página web Mundohuron.com, "hay estudios que estiman que un 75% de los hurones con colores exóticos (blancos con ojos negros, pandas, blazes o con manchas blancas en las rodillas) pueden ser portadores de esta enfermedad, aunque tenerla no significa desarrollarla".
¿Qué es el Síndrome de Waardenburg en hurones?
Esta patología es el resultado de una alteración genética de estas mascotas, por lo que se trasmite generación tras generación. Hoy en día, está bastante extendida y las perspectivas no son muy positivas, puesto que no existe tratamiento.
"Los síntomas más característicos, a parte de la sordera, son: dificultades en la sociabilización, estreñimiento severo que puede requerir la extirpación de parte del intestino grueso, problemas morfológicos en la vejiga y desordenés en la médula espinal", según nos comenta la responsable del portal Todohuron.com, Karina Morales.
¿Cómo detectar la enfermedad?
Antonio Rodríguez González, veterinario de la Clínica el Bosque, apunta que "se puede intuir por el aspecto externo del hurón: deformación de la bóveda del cráneo, alteraciones en la pigmentación de la piel y la sordera total y parcial". También, reconoce que es muy difícil de averiguar a simple vista a la hora de comprar un ejemplar.
Una vez en el veterinario, para examinar si nuestro hurón sufre sordera se le somete a la 'Prueba de los Potenciales Evocados' que consiste en conectar la región craneal del animal sedado a unos electrodos, que detectan si existe o no actividad cerebral al transmitir ciertos sonidos.
Aprender a vivir con el Síndrome de Waardenburg
La mayoría de los hurones afectados llevan una vida normal, incluso muchos dueños no se dan cuenta de que sus hurones la padecen.
Para Karina Morales, "la posibilidad de que el hurón lleve una vida normal, dependen de el grado de penetrabilidad de la enfermedad. Lo más importante es que comprendamos sus limitaciones y que reciba un entrenamiento especial".
Uno de los problemas en estos animales es su agresividad. Tenemos que entender que el hurón no nos oye acercarnos, por lo que es normal que reaccione bruscamente al ser tocado.
Al verse sorprendido puede huir o incluso morder. Morales nos advierte de que "tampoco pueden escuchar cuando nos quejamos al ser mordidos con demasiada fuerza".
Trucos para facilitar la vida del hurón enfermo
Si nuestro hurón es sordo, no nos servirá de nada gritarle. Tenemos que enseñarle a obedecer por medio de señales visuales.
Una opción es establecer con él un lenguaje de signos, que debe ser utilizado por todas las personas que tengan relación con el animal.
Otro truco muy eficaz es enseñarle a obedecer a través de una luz potente. Morales nos comenta que debemos proyectar la luz hacia el hurón hasta captar su atención, cuando el hurón se dirija hacia la luz le daremos alguna golosina o premio.
Este entrenamiento requiere mucha paciencia, pero poco a poco nuestro hurón sabrá perfectamente cuando le estamos llamando.
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