Aquellas personas que comparten su entorno con un animal poseen una vida mucho más saludable en numerosos aspectos. Igualmente, los bebés que durante la lactancia han estado en contacto directo con animales domésticos, desarrollarán en su organismo defensas contra diversas bacterias. Ciertos estudios confirman que los niños que se crían con una mascota tienen menos riesgo de desarrollar determinadas alergias o enfermedades, tales como el asma.
Las investigaciones llaman la atención sobre las endotoxinas, componentes de las bacterias que abundan en todos los hogares en los que habita un perro o un gato. Los pequeños que crecen en un ambiente con estas bacterias desarrollan una mayor inmunidad y menor sensibilidad a las mismas, llegando incluso a reducir de forma considerable las posibilidades de padecer alergias a lo largo de su vida.
Bacterias y animales: efecto protector
Una investigación publicada por el Journal of the American Medical Association, realizó un seguimiento a 474 bebés sanos, desde su nacimiento hasta los siete años. De ellos, 184 compartieron su infancia con animales de compañía y 220 no tuvieron contacto con mascotas.
Una vez concluído el análisis, se descubrió que los niños que vivían con perros o gatos tenían un 50% menos de probabilidades de desarrollar enfermedades alérgicas, en comparación con los que no convivieron con animal alguno. Además, el informe demostró que los niños del primer grupo, al estar más sanos, asistieron a clase una media de 18 días más que sus compañeros sin mascota. Asimismo, los bebés que crecen próximos a una granja presentan un menor índice de afecciones que los que no se ven expuestos a las bacterias que trasmiten los animales de rancho.
Efectos positivos de tener una mascota
Tener una mascota es positivo y aporta beneficios a la salud humana: existe un menor riesgo de sufrir ataques al corazón y otras enfermedades cardiovasculares, desciende la demanda de servicios médicos y se produce una mejoría física y psicológica en las personas de la tercera edad. Sin embargo, aunque no existe una evidencia definitiva para reafirmar lo dicho, las estadísticas demuestran que los dueños de animales son menos propensos a desarrollar alergias y otras dolencias.
Expertos en el tema indican que los niños que habitan con animales crean un código comunicacional mutuo a través de las expresiones, el olor, los gestos, etc., es decir, se comunican. Por esta razón, los más pequeños de la casa se sienten fascinados por los animales: crean fuertes lazos afectivos, aprenden a respetar y muestran ternura y cuidado hacia su mascota. En este sentido, cuando tu hijo se haga adulto se convertirá en una persona con capacidad para amar y cuidar al prójimo.
Futuras terapias
Uno de los métodos más prometedores que se estudia para intentar aplacar esta hipersensibilidad es el de someter a los niños desde una edad muy temprana a las bacterias que van a influenciar en su sistema inmunitario. Por ejemplo, una familia que quiera tener en casa un animal de compañía, estará exponiendo desde el principio a su bebé a los numerosos microbios que desprende su nuevo amigo.
El objetivo de esta exposición es forzar las defensas inmunitarias del bebé para que desarrollen un espacio protector. El fin del método es frenar la reacción alérgica y contribuir a un organismo más saludable preparado para adaptarse al entorno.
No le abandones
Aunque los niños que han tenido contacto con animales durante los primeros años de vida padecen menos patologías, también es cierto que existe el caso contrario. Los casos de alergia producidos por animales van en aumento: las proteínas del pelo, la saliva o la orina pueden producir una reacción que produzca síntomas como la rinoconjutivitis, dermatitis o problemas de las vías respiratorias de tu retoño o de cualquier otro miembro de tu familia.
La alergia es una respuesta exagerada de nuestro organismo cuando entra en contacto con determinadas sustancias. El sistema inmunitario encuentra en una partícula de polvo, polen, pelo de gato o de perro, por ejemplo, cuerpos extraños y peligrosos. Nuestro cuerpo reacciona contra esos agentes extraños produciendo una serie de anticuerpos que actúan como autodefensa. Cada vez son más los especialistas que atribuyen la aparición de estos trastornos, a una excesiva higiene en nuestra vida cotidiana que hace que nuestro sistema inmunológico se vuelva más vulnerable ante cualquier alérgeno.
Algunos dueños, amparándose en esta contingencia, deciden abandonar a su mascota por miedo a que se agraven las reacciones tras la aparición de los primeros síntomas. Antes de dejar a tu fiel amigo a su suerte, Misanimales.com te recomienda que te informes en tu clínica veterinaria habitual sobre los efectos que puede provocar esa alergia, ya que quizá no se desarrolle de forma severa.
A través de simples medidas de prevención, tales como lavar semanalmente al animal con un producto especial o seleccionar vacunas específicas para los diferentes tipos de alergia, siempre bajo prescripción médica, conseguirás que tu salud mejore y además, no tendrás que deshacerte de tu mejor amigo ya que él, nunca lo haría.
Fuentes de información: Netdoctor.es, Siicsalud.com, Conciencia-animal.cl , Tuotromedico.com
Imágenes: Sxc.hu