Una buena planificación
Considera en primer lugar cómo se encuentra tu animal y si el hecho de viajar al lugar escogido le reportará algún problema o inconveniente.
Estudia cómo viajará, infórmate de los trámites que se requieren, haz tus reservas con anticipación indicando siempre que viajas con un animal de compañía. Intenta también evitar en todo momento la incertidumbre o las sorpresas de última hora.
¿Y si es mejor que no viaje?
Si tus vacaciones implican un largo o difícil viaje, quizá tu mascota prefiera quedarse en una buena residencia de la que tengamos referencias y sepamos que nuestro mejor amigo va a estar perfectamente cuidado.
Si la estancia va a ser de una o dos semanas -un periodo de tiempo eterno para un perro o un gato-, déjalo primero una o dos noches en la residencia elegida para que se vaya familiarizando con ella. Y cuando le dejes "de vacaciones", lleva sus juguetes preferidos para que se sienta más cómodo.
No te olvides de anotar los teléfonos de la residencia y dejar el tuyo allí, y el de algún amigo o familiar, para que puedan contactar contigo en caso de que haya alguna incidencia.
Si la estancia va a ser de una o dos semanas -un periodo de tiempo eterno para un perro o un gato-, déjalo primero una o dos noches en la residencia elegida para que se vaya familiarizando con ella. Y cuando le dejes "de vacaciones", lleva sus juguetes preferidos para que se sienta más cómodo.
No te olvides de anotar los teléfonos de la residencia y dejar el tuyo allí, y el de algún amigo o familiar, para que puedan contactar contigo en caso de que haya alguna incidencia.
Tú animal representa a todos los animales
Recuerda que el comportamiento de tu animal de compañía representa a los ojos de los demás el comportamiento de todos los animales de compañía.
Si tu mejor amigo molesta a los clientes del hotel o del restaurante o se comporta de un modo indebido sin que tú le corrijas, la próxima vez que alguien aparezca con un animal en ese lugar es muy probable que sea rechazado. Y viceversa: si tu perro se muestra bien educado o es corregido por ti cuando haga algo poco correcto, conseguirá vencer los recelos iniciales y facilitará la entrada a otros animales en lugares donde antes no eran admitidos.
No olvides nunca que tu animal, y tú en cierto modo, representáis a todas aquellas personas que viajan con mascotas, y que de vuestro comportamiento dependerá cómo sean tratados en el futuro otros clientes acompañados de animales.
Agradecimientos: Fundación Affinity, editora de la Guía para viajar con animales de compañía.
Imágenes / Flickr (por orden de aparición): Diego Dacal, Daoro, The Ordinary Guy.
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