Origen del gato Tonkinès
El origen de esta raza no es muy claro que digamos, pero la historia oficial cuenta que, aproximándose la década del 70 en Canadá, una famosa criadora de gatos llamada Margaret Conroy, luego de varias cruzas entre siameses y burneses, logra lo que hoy en día es considerado como gato Tonkinés.
El reconocimiento de la raza costó varias décadas, pero se logró y hasta hay una asociación mundial de criadores de estas razas, que son quienes tienen establecidos los estándares de esta raza.
Apariencia de este felino
Si describimos al gato Tonkinés físicamente, podremos decir que es un gato de talla media, con un peso proporcional a su musculatura y cuerpo.
Posee un pelaje claro, pero con puntos como el gato burnes y posee zonas más oscuras en rostro y cola. El color de su pelaje es variable en tonos Mink, del tipo platino, azul y natural y su largo es medio, de textura suave y brillosa.
Es dueño de una cabeza ovaladamente alargada, mejillas cercanas a los ojos, nariz puntiaguda. Los ojos del gato tonkinès son color celeste y están bien separados. Sus orejas son en punta redondeada y están a los lados en la parte superior de la cabeza.
El gato Tonkinès como mascota
Si estamos pensando en tener a un gato Tonkinés en la familia, seguro sea una idea acertada ya que posee un carácter que lo hace único e incomparable.Se distingue de otros gatos por ser muy activo, no es bueno tener un gato de estos sino tenemos tiempo para jugar o si tenemos otro animal en la casa mucho más tranquilo; esta raza es muy buena para la convivencia ya que no genera casi ningún problema.
Otra de las características de la raza, es que son muy cariñosos y que si no tienen su cuota de caricias todos los días se ponen tristes, además de que son felinos muy agradecidos, son buenos compañeros y siguen a sus dueños para todas partes.
Debemos tener en cuenta que requieren de una dieta balanceada sin darles snacks de más y de esta manera brindarle un estado óptimo de salud; pese a ser un gato muy saludable puede llegar a sufrir estrabismo, lo cual pueden haber generado de los siameses, pero no es más que solo estética y en muchas ocasiones con el crecimiento se corrige solo.
Por último, no está de más asistir al veterinario con regularidad para descartar cualquier enfermedad y asegurar plenamente su estado de salud, aplicar sus vacunas correctamente y una desparasitación necesaria.
Actualmente no se encuentran en el mundo muchos ejemplares de esta raza, por eso conseguirlo será una hazaña, pero si lo logran no se arrepentirán.