La displasia es un desajuste en los huesos de las patas traseras y la cadera del perro. Esto puede tener diferentes grados de severidad, y por tanto de cómo afecta su vida. Existen diferentes estrategias para atenderla y darle la mejor calidad de vida a tu compañero.
Síntomas de displasia
Entre los síntomas más comunes está:Cojear al caminar
Dolor
Pasar mucho tiempo acostado
Negarse a levantarse.
También se puede observar que apoya su peso en las patas delanteras, debilidad y disminución muscular en las patas traseras.
Esos síntomas se desarrollan en diferentes etapas, no aparecen, de modo necesario, uno tras otro.
Cómo afecta la displasia a los perros mayores
La edad y el tamaño del perro influyen en los efectos de la displasia en perros. En el caso de los perros mayores, lo más probable es que la enfermedad se haya desarrollado más, lo que significa que las consecuencias serían más delicadas.La movilidad del perro se ve afectada. Esto puede ir desde dificultad para levantarse, caminar de un modo inestable, hasta incluso quedarse inmóvil por el dolor. Si la enfermedad ha avanzado mucho puede acabar con el cartílago de la articulación, lo que implicaría una fricción entre los huesos al hacer cualquier movimiento que los puede deformar y desgastar. Esta situación también puede llegar a generar dolorosos espolones.
Cómo afecta la displasia a los perros pequeños
La displasia en perros puede afectar a todas las razas, sin embargo, las razas más grandes y pesadas, que crecen más rápido y en mayor magnitud pueden tener mayor incidencia.Los perros pequeños también se pueden ver afectados. Para un diagnóstico certero hay que esperar a que el cachorro tenga los 4 a 12 meses. Las consecuencias en los peludos más pequeños pueden verse en dificultades para moverse, como usar las patas traseras juntas, como una especie de salto de conejo. Estos problemas pueden agravarse e impedir que pueda jugar y lograr un desarrollo adecuado.
Tratamientos para la displasia de cadera
Existen diferentes tipos de tratamiento dependiendo del avance de la enfermedad. La decisión sobre cuál es el más adecuado en cada caso corresponde al veterinario. Al igual es importante que conozcas las opciones existentes.Los tratamientos pueden ser invasivos, es decir que requieren intervención quirúrgica. Hay varios tipos de cirugía que se realizan de acuerdo a las características de cada caso. Es decir, dependen de factores propios de la enfermedad, al igual que de la condición del perro.
Pero la cirugía no es la única opción; también existen tratamientos que incluyen medicamentos, ejercicios, uso de apoyos. También se aplican diferentes elementos para terapias que ayudan a mantener o retrasar las consecuencias de la enfermedad.
Otra faceta es el suministro de medicamentos, en general incluyen antiinflamatorios que ayudan a atenuar los problemas causados por esta condición.
Operación: cómo es y precio
Una de las opciones quirúrgicas es la osteotomía pélvica doble o triple. Consiste en ajustar de manera profunda el fémur en la cadera. Para ello se hacen unos cortes en punto específicos de la pelvis, que se mueve para que ajuste de manera precisa en la cabeza del fémur. El costo puede variar de 600€ a 900€.Otra opción es la artroplastia. Lo que significa extirpar la cabeza del fémur. Esto elimina el dolor y crea algo similar a una nueva articulación que ayudará a mejorar el movimiento. El costo se observa de 500€ a 700€.
Tratamiento natural
Ya sea porque el perro no puede ser operado, o porque no es necesario se pueden utilizar técnicas como la hidroterapia, la aplicación de calor, electricidad. También se pueden aplicar fisioterapia y ejercicios.Puedes colocar un arnés que ayudaría a dar soporte y comprensión a la cadera. Esto ayuda con el dolor, lo que le permitirá una mejor movilidad. Los hay de varios tipos, algunos tienen una correa que los beneficia al elevar la cadera. Así disminuye la presión y el dolor.