Orígenes
El gato Persa es artificial, producto de una minuciosa y larga selección realizada a partir del siglo XIX. Su antecesor es el gato de Angora, originario de Turquía.
En el siglo XVII, el explorador Piero della Valle, fascinado con este gato de pelo largo, llevó a Europa algunos ejemplares procedentes de Asia Menor. En 1880 comenzaron a exportarse a Francia e Inglaterra, donde se seleccionaron los ejemplares de formas más cortas y orondas, de los cuales se derivaron los primeros persas. Por su belleza obtuvieron un enorme éxito y se difundieron no sólo en Europa, sino también en Estados Unidos.
La selección aún no se detiene, muchos criadores intentan obtener cada vez más ejemplares compactos y peludos.
Caracter
Es un animal de temperamento excepcionalmente apacible y doméstico que nunca ha conocido los instintos salvajes típicos de sus parientes felinos; de hecho, es incapaz de cazar.
Pelaje
Los gatos persas presentan una gran variedad de colores. Pueden ser de color negro, azul, rojo, crema, blanco, azul crema, canela, plateado y dorado.
El color del pelaje puede ser sólido, jaspeado, atigrado, manchado o una mezcla de blanco y otros colores. Si tiene la base del pelo uniformemente dorada reciben el nombre de smoke; además, el Persa puede tener los points como el Siamés, por lo que se le denomina colourpoint.
Cuidados
Es una mascota que no podría sobrevivir sin su humano.
Su dieta debe ser variada y sin excesos, ya que por su estructura compacta, el Persa tiende a engordar, con el riesgo de sufrir problemas cardiacos.
La alimentación con concentrado seco o húmedo es muy importante y debe ser cuidadosamente seleccionada, así como tener un especial cuidado en el acicalamiento.
Es recomendable cepillarlo con un peine de metal con dientes de puntas redondas.
Limpiar alrededor de los pliegues de sus orejas con un algodón humedecido con aceite para bebés.
Diariamente, con ayuda de un algodón humedecido en agua tibia, es conveniente limpiarle las legañas.