Ahora, el gato Almond le cuida un humano que le descubrió en junio del año pasado: Ron Venden ha habilitado el árbol con una chapa y un cartón como techo, para que quede un poco más protegido del frío invierno de Wisconsin.
Al principio, el gato Almond era un poco arisco. El gato no estaba acostumbrado a que le mimaran, pero pronto se acostumbró a la comida para gatos y el salami que le lleva su nuevo dueño. La verdad es que están encantados el uno con el otro, y Venden no va a dejar de darle estas atenciones.
¿Qué te parece la historia? ¿Harías lo mismo que Ron Venden?