Cuando una gata está a punto de parir, sus dueños no saben bien cómo actuar ante la llegada de nuevos gatitos, por eso es conveniente saber cuál es la conducta habitual de las gatas madres y las posibles disfunciones y problemas que pueden surgir con el nacimiento de los pequeños.
Nada más nacer los gatos es normal que la madre no cuide especialmente de ellos. Sin embargo, la prole depende totalmente de su gata madre. Pronto, ésta comenzará a lamerlos, normalmente durante 14 días.
La familia debe permanecer en una cesta especialmente preparada para el parto, y estar en un sitio cálido. La gata madre necesitará al menos tres veces más comida de lo normal.
Los lametazos de la madre son muy importantes ya que permiten secar a los cachorros, guiarlos hacia las mamas y estimular su respiración.
También ayuda a que los pequeños consigan orinar y defecar por primera vez, ya que no suele suceder espontáneamente.
El calostro y los lamidos de la gata
La leche de las gatas se denomina calostro y proporciona a los pequeños los nutrientes y las defensas necesarias para proteger sus todavía débiles cuerpos.Si durante la lactancia los cachorros se muestran intranquilos, deberemos consultar al veterinario para asegurarnos de que la leche que ingieren sea suficiente para su alimentación.
La conducta maternal de los felinos es similar a la de los perros, sin embargo las gatas suelen lamer mucho más.
Primero se lame ella a sí misma, luego el suelo donde haya caído el líquido amniótico y, posteriormente, a los gatitos.
En las primeras horas, la gata no se separa de sus pequeños, salvo para satisfacer necesidades básicas o estirarse. Una vez pasadas 48 horas, los lametazos tienen cada vez menos frecuencia.
Destete y acarreo de los gatitos
A partir de los treinta días comienza el destete. Por eso, los contactos entre las crías y su madre van disminuyendo progresivamente.Para acarrear a los gatitos, la gata normalmente los coge por la nuca y los suele desplazar de un 'nido' a otro, sobre todo durante la tercera semana.
El comportamiento materno de los felinos incluye además hacer nidos con otras gatas y amamantar a las crías de la comunidad, por eso es posible que una gata adopte a un cachorro que no es suyo.
La gata seguirá dando de mamar a los gatitos, aunque cada vez con menos frecuencia. Los gatitos van incorporando alimento sólido a su dieta y, a partir de las seis primeras semanas, el amamantamiento casi desaparece, aunque puede perdurar unos meses más de manera puntual.
También es posible que las crías estimulen los sentidos de las madres, tanto en gatos como en perros. El menor tamaño de los cachorros en proporción a las madres, el pelaje más suave, el olor diferente... todo ello hace que la gata descubra nuevas sensaciones con la maternidad.
Es muy raro que las gatas rechacen a sus cachorros, aunque sean madres primerizas.
El rechazo se da con más frecuencia en gatitos que nacen enfermos o con algún defecto congénito. Las madres notan un comportamiento raro en sus crías, no las reconocen y deciden ignorarlas.
En algunos casos el rechazo puede llegar al canibalismo: se come la placenta y mastica el cordón umbilical, y puede seguir hasta llegar a la cría.
Comportamientos anormales en las gatas
Las cesáreas son una de las causas más frecuentes de rechazo de la prole, junto con los otros casos mencionados anteriormente.El canibalismo maternal también es otra de las conductas aberrantes que se dan en perras y gatas, aunque sucede en muy pocos casos.
Las agresiones leves a las crías son más o menos normales en perras y gatas, así como conductas agresivas hacia otros animales y personas.
En este último caso puede deberse a un problema de hipocalcemia derivado del amamantamiento. Para solucionarlo, el veterinario nos proporcionará un tratamiento de calcio y nos recomendará destetar a las crías.
También evitaremos conductas violentas si procuramos no molestar a la gata innecesariamente. Otra de las normas que tenemos que tener en cuenta con una gata con crías es que debemos evitar dejar que los niños cojan a las crías para evitar celos y accesos de agresividad en el felino.
También puede suceder que las gatas reaccionen con conductas maternales excesivas. Es el caso de dos gatas que vivan en la misma casa. Si una de ellas tiene crías, puede suceder que la que no es madre se comporte como tal. En estos casos, lo mejor es separar a ambas gatas si queremos que se produzca una relación normal.
Además, encontrar un gatito sin madre es, por desgracia, un suceso relativamente habitual. Aquellos que, generosamente, deciden adoptar una camada huérfana sólo tienen que comprar un biberón y administrar leche a los gatos cada dos horas.
Es importante cuidarlos: siempre tienen que estar abrigados y limpios. El biberón tendrá que ser esterilizado previamente. Tampoco está de más consultar al veterinario para asegurarse de que todo se desarrolla a la perfección en estas mascotas felinas.
Imagen gatito y gata: S.Hoya / flickr
Imagen gatitos en escalera: __MaRINa__ / flickr
Imagen gatita jugando: Asociación Defensa Felina de Sevilla / flickr
Imagen gatitos: S.Hoya / flickr