Artículo de Laura Docampo, tomado de La Opinión de Tenerife
La perra podenca bautizada como Santa en el albergue de Valle Colino, tiene un
tumor inoperable en la mandíbula. LOT
César Romero Pamparacuatro, magistrado del Juzgado de Instrucción n.º 1 de La Laguna, canceló ayer el juicio de faltas que se iba a celebrar contra el dueño de la perra podenca Santa que el viernes pasado llegó agonizando al Albergue de Valle Colino. El juez ha ordenado que se abran diligencias previas para comprobar si el cazador de 73 años, de San Miguel de Geneto, ha cometido un delito de maltrato animal tipificado en el artículo 337 del Código Penal.
Si la investigación lo demuestra, el imputado podría ser inhabilitado por la justicia para la tenencia de animales e incluso se expone a penas de prisión, que aumentarían en caso de que su mascota muriera. Según el último parte veterinario, el estado de Santa es aún más grave de lo previsto. Las pruebas que se le practicaron revelan que, además de la infección en la boca tiene un tumor en la mandíbula en un estado tan avanzado que ya es inoperable. "Por desgracia hemos llegado tarde", se lamentaban ayer los veterinarios a través del perfil de Facebook del Albergue.
La perra de raza podenca, de 12 años, estuvo con suero los primeros días y el martes comenzó a comer nuevamente. Por el estado esquelético y nivel de deshidratación con el que llegó la mascota al centro, los especialistas están convencido de que llevaba dos semanas sin comer a causa del intenso dolor que le causaba la infección bucal y sin que su dueño le procurara la atención sanitaria que necesitaba.
El cazador imputado está dado de alta en la base de datos del Registro Canario de Identificación de Animales, Zoocan, desde 1999. Desde entonces ha dado de alta a 19 perros. En la actualidad, tiene seis, además de la podenca que el personal del Albergue bautizó como Santa. En el registro que realizó el pasado lunes la unidad Ecológica de la Policía Local del domicilio del cazador, los agentes pudieron comprobar que las mascotas están en un estado "lamentable", que no ofrece las mínimas condiciones higiénico-sanitarias que exige la normativa. Por este motivo se ha abierto un expediente sancionador que podría acabar con la incautación de los animales por parte del Ayuntamiento.
El cazador fue detenido durante unas horas por los efectivos de la Ecológica el pasado lunes para tomarle declaración sobre las circunstancias que provocaron que su perra llegara en estado crítico a Valle Colino. Intentando defenderse, el hombre restó importancia a lo sucedido y aseguró que solo tenía un dolor de muelas y que, incluso, entró caminando y animada.
La versión de la directora del Albergue, Adriana Naranjo, es diametralmente opuesta. Según su relato, la perra llegó en brazos del cazador porque ya no podía siquiera mantenerse en pie. "La bautizamos Santa justamente pensando en el sufrimiento que habría soportado porque además de los problemas graves de salud que padece tiene las uñas demasiado largas, lo que los veterinarios asocian a la falta de movimiento, ya que es más que probable que viviera encerrada en un espacio reducido y dedicada a la cría".
La ola de solidaridad que generó el caso de Santa en las redes sociales sobrepasó todas las expectativas del Albergue. Miles de personas condenaron el maltrato enviando muestras de cariño y donativos para el animal. Una familia, incluso, se ha ofrecido a adoptar a la podenca para darle los cuidados que necesite hasta que llegue su final.