@_noodlethecorgi_
Si has tenido alguna vez un puntero láser en tus manos, seguramente habrás jugado con tu perro a despistarlo, a engañarlo a buscar la luz… Desde ya te digo que dejes de jugar a este juego aparentemente inofensivo que se inventó con un único fin: señalar en puntos concretos en conferencias o clases, pero jamás para jugar (y mucho menos como hacen algunos tal como cegar a conductores) porque el perro no se divierte.
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Lo que aparentemente pueda ser un juego divertido, no lo es en absoluto. El perro sufre una frustración enorme al ver imposible el atrapar esa luz que no para de moverse, ¡e incluso quieta no puede cogerla! El nivel de estrés que acarrea es brutal, y si estamos hablando de razas de perros de caza, esta frustración aumenta hasta el nivel de obsesión. El instinto de presa de estas razas les empuja a cazar y el juego con el láser puede acarrear el desarrollo de una conducta obsesiva en el perro.
Esta conducta obsesiva no se limita al puntero láser, sino que puede abrirse a otras obsesiones: otras luces, sombras, … cualquier cosa que se mueva se puede convertir en un objetivo a cazar por parte del perro.
¿Realmente quieres que tu perro desarrolle una conducta así y que viva frustrado y ansioso el resto de su vida? Juega con objetos físicos que pueda alcanzar: pelotas, muñecos, frisbees, etc. Pero jamás con luces u objetos físicamente inalcanzables.
Si es demasiado tarde y tu perro ya ha desarrollado una conducta obsesiva, por favor, no dudes en acudir a un etólogo para que valore a tu perro y pueda tratarlo para restablecer un equilibrio mental que perdió con esta clase de juegos.
Sandra Ferrer. Creadora del Programa de Educación Canino “Cómo Educar a un Cachorro”
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