El enorme tamaño de sus colmillos le costó la vida.
Una vez más la codicia de los humanos nos priva a todos de poder observar ejemplares tan hermosos como Satao que fue asesinado sin piedad por cazadores furtivos para lucrarse con el marfil de SUS colmillos.
Satao, visto desde el aire poco tiempo antes de ser asesinado.
Como no seamos capaces de detener estos crímenes, llegará el momento en que estos animales solo serán un recuerdo y podrán ser vistos solamente en los documentales de la televisión.
Es imperdonable, inmoral, además de totalmente innecesario e injustificado lo que estamos haciendo con los animales.
Llegados al punto en que nos encontramos, creo sinceramente que un diluvio universal o una explosión nuclear que acabara con todos nosotros sería lo mejor que podría pasarnos, hemos sido despiadados e inmisericordes y nos merecemos recibir lo mismo.
Fuente: este post proviene de Stop al maltrato animal, donde puedes consultar el contenido original.
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