Foto de gato anónimo hecha por saksan usada con licencia Creative Commons (https://creativecommons.org/licenses/by/2.0/)
Gatos y pepinos, eternos rivales
Pues bien, por lo que se ve alguien tuvo la brillante idea de esperar a que su gato se pusiese a comer tranquilamente en su comedero para ponerle un pepino detrás. Evidentemente, cuando el pobre animal se da la vuelta se encontró con el pepino, un objeto que se puso a su espalda sin hacer el menor ruido y que consiguió invadir su zona segura, da un brinco y sale corriendo para huir del peligro.
Esta reacción tiene un par de teorías. El biólogo Jerry Coyne:
Mi hipótesis es que los gatos tienen una predisposición genética a tener miedo de las serpientes —una predisposición inculcada por sus antepasados a través de la selección natural. Es evidente que los gatos salvajes que no tenían tendencia a evitar los objetos largos, finos y desconocidos no habrán dejado tantos genes como los que sí tenían el reflejo del sobresalto
La segunda es de Roger Mugford que no comparte la idea de que sea por miedo a las serpientes si no por miedo a lo desconocido:
Creo que la reacción se debe a la novedad y lo inesperado de encontrarse con un objeto inusual, secretamente colocado mientras tenían sus cabezas sumergidas en el plato de comida. (…) Sospecho que habrían tenido la misma reacción con una araña de juguete, un pez de plástico o una máscara con un rostro humano
Como podéis suponer es algo que le puede provocar mucho estrés a un gato además de que coja miedo a los pepinos y que cada vez que vea uno salga corriendo. Pero esto no es lo más peligroso pues puede provocar que el gato no pueda volver a confiar que la casa es un lugar seguro y esté en tensión constante. Eso sin tener en cuenta que pueda llegar a sentirse amenazado y se vuelva violento. Así que no asustéis a vuestro gato!
Así que esto es lo que pasa entre gatos y pepinos. Si queréis más información os dejamos un par de enlaces: Gizmodo y Rolloid.
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