¿y los motivos? como no podían ser otros, el dinero.
Aunque estaba prohibida, los japoneses siempre han cazado ballenas acogiéndose, supuestamente, a que las cazaban con fines científicos, pero la realidad es que venden la carne de ballena para consumo humano, algo que hacen otros países como Noruega e Islandia.
Con la excusa de los fines científicos, los japoneses dan caza a unos 400 cetáceos al año, ahora que se van a saltar las normas, por así decirlo, no sabemos cuantas cazarán.
Pero para que os hagáis una idea, en el siglo pasado se exterminaron a casi tres millones de cetáceos, y a día de hoy las especies de este grupo de animales son muy reducidas y muchos están en peligro crítico de extinción.
Grupos como Greenpeace y otras asociaciones ecologistas tratan de recoger firmas para ver si consiguen que los japoneses cambien de idea, cosa que no van a hacer porque dicen que es la caza de ballenas es su tradición, que ellos no se meten con quien caza y comen conejos, así que tampoco se meten con ellos.
Lo que significa que lo van a hacer SI o SI, de forma legal o de forma furtiva, ya que la piratería en alta mar se sigue practicando, y una de esas prácticas es la caza furtiva de ballenas.
Una de las principales ballenas que son objeto de captura son las ballenas Minke, que miden entre siete y ocho metros, algunas hasta pueden llegar a los diez metros, y pesar entre cuatro y seis toneladas.
De esta especie quedan en el mundo unas 700.000 mil ejemplares, ¿os parecen muchas? Haced la cuenta:
Si en el siglo pasado, con mucha menos tecnología, se exterminaron a casi tres millones de cetáceos, ¿cuantos años durarán vivas 700.000 de estas ballenas?
Si al calentamiento global le sumamos la otra vez, caza indiscriminada de ballenas, llegará el día no muy lejano en el que nos quedemos sin mamíferos marinos, porque ya quedan muy pocos, y solamente los recordaremos por vídeos o libros de historia.