El pH (potencial de hidrógeno) es una característica fundamental de la composición agua que se mide en una escala de 1 a 14. Si el pH del agua es menor que 7, será ácida, y si es mayor, se dirá que es un agua alcalina o básica.
Del pH del agua depende en gran medida qué tipo de peces se puede tener en un acuario. Por ejemplo, si el agua de un acuario es alcalina, con un pH de 7,5 y una dureza de 8 a 12 gH, será perfecta para mantener a peces Guppies, Mollies, Espadas, Platys, etc.
Sin embargo, nunca se podrá incluir en este grupo a la variedad Neones Cardenales. Para que puedan convivir, se necesitará un pH de 7.0 y una dureza de 8 a 12 gH, pues esta última especie es de aguas ácidas y blandas.
Cuidado con el nitrógeno
Por otra parte, es muy importante tener en cuenta el llamado 'ciclo del nitrógeno'. Los restos de alimentos, heces y plantas producen en su descomposición amoníaco que, una vez entra en contacto con el agua, se transforma en amonio. Éste, a su vez, se transforma en nitritos por la acción de las bacterias nitrosomas, y luego se convierte, por último, en nitratos.Estos nitratos son sustancias muy nocivas si llegan a tener una alta concentración, por lo que se deben eliminar eficazmente.
Este proceso se puede llevar a cabo de dos formas. En primer lugar, una solución bastante cara es adquirir un desnitrificador, que separa el oxígeno del nitrógeno obligando a éste último a evaporarse en forma de gas. Un método mucho más económico consistirá en cambiar parcialmente el agua (entre un 15% y un 30% del total) cada 20 días.