El sueño de un perro es muy diferente al nuestro. Para empezar se pasa la mitad del día durmiendo.
Y de esa mitad del sueño, la mitad es sueño profundo y la mitad es vigilia.
Esto es normal en una especie que aún conserva una parte muy instintiva. Esa parte instintiva hace que esa fase de vigilia sea mucho más larga que la nuestra, pues le permite estar alerta ante posibles peligros.
La etapa de vigilia es la responsable de que los perros necesiten más horas para tener un buen descanso reparador.
El perro adulto duerme una media de unas 16 horas. El cachorro y el perro anciano necesitarán entre 18 y 20 horas para tener un sueño reparador.
Teniendo en cuenta estos datos, uno de los accesorios de los que debemos preocuparnos y mucho es la cama.
La cama: la clave de un buen descanso para el perro
No le damos apenas importancia a elegir una buena cama para nuestro perro.
Nos guiamos por un precio económico, un diseño bonito eincluso a un buen tacto de la tela, sin embargo, debemos ir más allá, y elegir la cama que más se adapte a las necesidades de nuestro perro.
¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de elegir una cama para nuestro perro?
El tamaño de la cama: más vale que sobre que que falte, sobre todo, en perros a los que les gusta dormir estirados. La cama debe ser la suficientemente grande como para evitar que tu perro duerma con la cabeza en el suelo y el resto del cuerpo en su interior. Aunque existen camas para perros grandes, medianos y pequeños, en ocasiones, es difícil encontrar camitas para razas de perro pequeñas o minis por lo que te recomendamos que te asesores con un profesional del sector para encontrar la cama más adecuada.
El material de la cama: hay que tener en cuenta que no podemos poner la misma cama en verano que en invierno, ya que si tu perro tiene calor preferirá dormir en el suelo, mientras que si hace demasiado frío a lo mejor apuesta por dormir en cualquier sitio más calentito que su cama. Viscoelástico, memory foam e impermeables son algunos de los materiales de última generación que pueden formar parte de una cama.
La edad del perro: para un cachorro es perfecta una cama que le dé seguridad, por tanto, aquellas camas que forman una guarida son muy recomendables para que se sienta seguro en su interior. Para un perro anciano donde las articulaciones empiezan a ser muy molestas, las camas ortopédicas y viscoelásticas son las más recomendables.
La salud del perro: perros con problemas de cadera, que se están recuperando de alguna operación, etc., necesitan de un descanso de calidad y de una cama ortopédica que les mejore la calidad de vida.
Camas para perros hay muchas y es comprensible que no sepas ni por dónde empezar a la hora de elegir una buena opción que garantice su descanso y además sea de calidad.
Por calidad entendemos una cama fabricada con textiles no tóxicos que eviten problemas de piel, de alta durabilidad, que lavado tras lavado no pierdan coloración, que sean fáciles de limpiar y que además cuide su diseño.
Hoy en día, le damos mucha importancia al diseño de una cama porque nos gusta cuidar también los detalles que le dan personalidad a nuestro perro.
Hay camas redondas, camas rectangulares, camas guarida, camas sofá que son ideales para que el perro nos acompañe en el salón mientras él descansa y nosotros vemos la televisión, …
Lo más importante es que si el perro tiene una cama que le garantice un descanso de calidad, le estarás garantizando también una salud emocional y física de hierro.
Emocional porque se levantará más enérgico, alegre y feliz, y físico porque sus articulaciones y espalda lo agradecerán.
Elegir una buena cama, evidentemente, tiene que ir acompañada de un respeto al perro mientras realiza el descanso, algo que se olvida a menudo en hogares donde hay niños que piensan todo el rato en jugar con el animal.
¡Dulces sueños!