El Gato Malo
En los años que llevo hablando sobre gatos en el blog he escuchado muchas veces eso de es que mi gato es muy malo, cuando lo cojo me ataca, se vuelve loco… Pero normalmente la gente no se ha planteado que ese gato nos está queriendo decir algo.Por supuesto, como siempre digo, lo primero que debemos descartar son problemas de salud porque si algo les molesta o les duele los primeros síntomas que muestran son cambios en su conducta.
Si todo está bien, debemos descubrir porqué nuestro gato actúa así para lo que analizaremos diversos aspectos de su conducta y del entorno en el que convivimos.
¿El comportamiento que tiene es normal?
En ocasiones nos quejamos de como actúa nuestro gato porque nos molesta a nosotros, pero es un comportamiento totalmente normal y basado en su naturaleza o carácter.A muchas personas les molesta que su gato no se deje acariciar, coger o achucar pero ellos tienen su forma de ser y hay que respetarlo, él mismo buscará el contacto cuando lo desee.
También suele ser un problema para algunos propietarios que su gato se suba a las alturas o juegue con sus adornos pero está en su naturaleza explorar y investigar todo su entorno. Es más, no solo es algo normal si no que necesitan esa actividad de exploración y tener acceso a zonas altas donde se sientan a gusto y controlen todo el entorno.
Para tener una buena convivencia con nuestro gato debemos aceptar su naturaleza y sus necesidades. En ocasiones podremos conseguir evitar algún comportamiento (rascar muebles por ejemplo) cubriendo sus necesidades de otra forma (colocando un rascador en el lugar adecuado).
¿Tiene lo que necesita en casa?
Nuestro gato pasa muchas horas en casa, la mayoría de ellas solo, por lo que es necesario que encuentre en casa los estímulos necesarios que sustituyan los que recibiría en la calle.Ventanas protegidas, rascadores correctamente colocados, juguetes interactivos, rato de juego con nosotros… Lo mantendrán activo y en forma y ayudarán a evitar problemas de conducta y situaciones de estrés.
Además debemos tener en cuenta las necesidades básicas: alimentación, agua, y eliminación. Puede parecer algo muy sencillo pero si no le gusta el bebedero y no toma suficiente agua puede desarrollar problemas urinarios, si no le gusta el comedero puede rechazar su comida y si no se adapta al arenero puede buscar otro lugar donde orinar y defecar.
Un descanso adecuado y en un lugar donde se sienta seguro es esencial para que esté a gusto en casa. Puede que en ocasiones necesite alejarse de nosotros o de las visitas y no encontrar un sitio adecuado donde estar tranquilo le generará mucha inquietud y estrés pudiendo derivar en problemas de conducta.
Si todo ello esta bien ¿Qué hacemos?
Aunque su salud esté perfecta y tenga en casa todo lo que pueda necesitar hay situaciones que pueden generar mucho estrés a nuestro gato. A veces son cambios que ni nos hemos planteado que puedan afectarle: modificación de horarios, de muebles, algo nuevo en casa, un nuevo sonido, un nuevo vecino que hace mucho ruido…Otros problemas no son realmente problemas si no falta de entendimiento con nuestro gato, como la agresividad por juego. En esos casos el gato sigue jugando a cazar al humano, sus pies y sus manos, como hacia de cachorro pero ahora ha crecido y hace daño. Nosotros pensamos que nos ataca pero realmente esta jugando.
Pensaremos cuando ha empezado el comportamiento ¿Lo hace desde que llegó a casa o empezó después? ¿Hay algún momento del día en el que lo haga más? Podemos apuntar en una libreta cuando ocurre y pensar si hay un patrón que se repita.
Si no conseguimos dar con la causa del comportamiento o sabemos la causa pero no como poner remedio, lo ideal es consultar con un etólogo que nos ayude. Un gato que muestra agresividad o algún comportamiento raro no está bien y por ello no debemos ignorarlo si no descubrir el origen y ponerle remedio.
¿Has tenido algún problema de este tipo con tu gato? ¿Nos lo cuentas en los comentarios?