Muchos ignoran la psicología canina. ¿Y qué pasa entonces? Que el perro tiene malos comportamientos, y el propietario no sabe cómo arreglarlo, ¿por qué? Porque no lo entiende.
Aprendiendo las bases de la psicología canina te evitas este problema: puedes redirigir el comportamiento indeseable desde su raíz, mediante la comprensión de por qué sucede.
Aprende sobre psicología canina, y conseguirás entender por qué tu perro hace lo que hace, y cómo puedes controlarlo, evitarlo, y redirigir los malos comportamientos hasta convertirlos en algo bueno.
Si tu perro tiene hábitos que no puedes entender (¡y eso sucede muy a menudo!) es lo mejor que puedes hacer, descubrir cómo funciona su mente para saber cómo evitarlo cuando se vaya a portar mal, o mejor aún, ¡evitar siquiera que lo intente!
No creas que miento. Está demostrado que cuando entiendes a tu perro puedes enseñarle con mayor eficiencia la mayor parte de los malos comportamientos.
¿Quieres conocer las bases de la psicología canina? Aquí te las muestro:
- Para empezar, debes entender su historia para comprender su comportamiento actual. El perro desciende del lobo, y como tal, conserva algunos rasgos de sus antepasados, atenuados o aumentados a través de las distintas cruzas. Ten esto siempre en mente.
- Las necesidades. Si quieres saber cómo funciona la mente de un perro necesitas comprender sus necesidades.
o El ejercicio. Estamos ante un animal hecho inicialmente para la caza. El perro, aunque ya no cace, tiene ese instinto…Y también esa energía. Y es importante canalizar esa energía con el ejercicio, porque si no lo haces intentará gastarla por otros medios que no te gustarán: cavar en el jardín, morder tus muebles, desgarrar tu ropa, ladrar por todo,…
o La disciplina. Se trata de un animal social, y esa sociedad tiene una jerarquía. Si tu perro te domina a ti puede mostrarse agresivo cuando le pongas la comida o cojas sus juguetes; necesitas ser su líder, y para hacerlo, debes mostrarle disciplina.
o La alimentación. Es vital para un perro, naturalmente, la comida. Comer todos los días, una vez al día, la cantidad adecuada para su tamaño y peso.
o El cobijo. Muchos piensan que el perro está hecho para vivir al aire libre, y eso es un error. Piensa en el lobo. Sí, pasa mucho tiempo fuera en el bosque, pero…¿No tiene acaso una madriguera en la que cobijarse? El perro necesita lo mismo: un lugar recogido donde estar a salvo del clima, caliente y tranquilo.
o La compañía. De nuevo, es un animal social, y además de la necesidad de jerarquía eso implica que necesita compañía, una familia. En otras palabras, necesita tu amor.
Y estas son, amigo mío, las bases de la psicología canina. Comienza a entender cómo funciona la mente de tu perro, y podrás controlar su comportamiento mucho mejor que haciéndolo a ciegas, garantizado.
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Marcos Mendoza
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