Los gatos son animales muy limpios y cada día dedican varios minutos a su higiene diaria, que realizan paciente y afanosamente con su lengua y su patitas. Sin embargo, si nuestro gato pasa tiempo fuera de casa, en un jardín, terraza o si es de pelo largo; o simplemente se nos ha escapado y se ha manchado o se ha mezclado con las pelusas de debajo de nuestros muebles, tendremos que echarle una mano con su aseo.
Aunque parezca mentira, hay gatos que toleran muy bien el agua e incluso les encanta zambullirse en la bañera, pero si no es nuestro caso, podemos optar por lavarlo en seco antes de que terminemos totalmente llenos de arañazos.
Existen champús especiales en polvo y que desengrasan el pelo de nuestros felinos, que no necesitan aclarado, si no que simplemente se esparcen con la ayuda de un cepillo para gatos. Cepillándole con este producto un par de veces al mes si es de pelo corto y al menos una a la semana si tiene el pelo largo, es más que suficiente para que su pelo esté siempre brillante.
Otra buena idea, sobre todo cuando nuestro gato se mancha con algo puntualmente, es disponer en casa de toallitas para bebés, sobre todo si la mancha es algo pegajoso o se manchan con sus excrementos, es una manera fácil, rápida y limpia de que no queden restos.
O podemos pasarle la aspiradora como en este vídeo... jejeje
Y tú, ¿cómo limpias a tu gato?
Imágenes: Juvetson/Flickr y Xlibber/Flickr