Los gatos formaron parte fundamental de la cultura del antiguo Egipto por un tema profundamente religioso, ya que los gatos, al ser felinos, pertenecían a la misma familia de animales que el león, el Dios del Sol, Rapara los egipcios. Sus ojos, combatían a la oscuridad reflejando lo rayos del sol. Es por este motivo que el gato llega a convertirse en uno de los animales mas sagrados para eta cultura, con imágenes de ellos en templos de adoración y pirámides con el único fin de proteger a los dioses.
Si hablamos de los egipcios y su relación con estos bellos animales, no podemos dejar de mencionar a Bastet, la diosa símbolo de fecundidad y belleza, representada con una cabeza de gato. Ella simboliza la luz, el calor y la energía solar, pero también, debido a sus rasgos marcadamente felinos era símbolo de la noche, la luna y los misterios. Se creía en ese entonces que ella era la encargada de velar por las almas de los muertos, curar enfermedades y favorecía a la fecundidad en hombres y animales.
En el Egipto de la antigüedad estaba prohibido poseer un gato, ellos no podían ser propiedad de ningún humano, solo los faraones tenían el altísimo honor de tener y domesticar a estas criaturas sagradas. Además existían leyes que lo protegían en contra de cualquier tipo de venta o maltrato. El castigo para aquel que osara llegar al punto de matar un gato, era también la muerte. Los faraones también consideraban a otros animales como serpientes, vacas y peces como sagrados, pero ninguno a la altura de lo gatos, que siempre serian los mas sagrados de todos.
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Última actualización: 10 diciembre, 2020 19:49
Fue hacia el año 2000 AC que los egipcios empezaron a domesticar los gatos, aunque descubrimientos recientes de los restos de un gato al lado de un humano en Chipre avanza el inicio de esta relación hacia el año 75000 AC.
A los gatos machos los denominaban myeou, sobre todo en el Alto Egipto, como una clara referencia a la onomatopeya de su clásico maullido, y a las hembras se las llamaba techau, nombre muy comúnmente encontrado en muchas tumbas también de mujeres. Hoy por hoy, en Egipto y en Asia se los denomina chaus o felis chaus términos derivados de la antigüedad.