Muchas personas al decidir adquirir una mascota y entre las opciones de elección se encuentra un gato; la mayoría entra en dudas por el poco conocimiento o la mala información que tienen respecto a estas adorables criaturas.
Existen muchos motivos, algunos basados en falsas creencias o mala información, cómo la de que son los transmisores exclusivos de enfermedades como la toxoplasmosis, que son falsos y traicioneros; que los gatos son peligrosos para los bebés; o de que el pelo de los gatos provoca alergias; pero la peor de todas, la que causa mayor rechazo hacia los gatos son las leyendas basada en supersticiones de algunas religiones, que les han dado mala fama a lo largo de la historia: Los gatos son diabólicos y los negros sobre todo traen mala suerte.En el siguiente post, os voy a describir los 5 principales falsos mitos que se le han asignado a estos maravillosos seres y también la historia positiva y benefactora en algunas culturas y pueblos a lo largo del tiempo.
Mito Nº 1:
LOS GATOS, REPRESENTACIÓN DEL MAL Y PORTADORES DE MALA SUERTE
En la Edad Media, época de oscurantismo para la especie humana, los felinos domésticos fueron víctimas de una despiadada e injusta persecución, originada por la ignorancia y por absurdas supersticiones que relacionaban al animal con determinados ritos diabólicos.
Se pensaba que eran compañeros y mascotas de las brujas o individuos que practicaban raros rituales en la naturaleza; la posesión de un gato bastaba para acusar a una persona de brujería y la condena podía considerarse segura si el animal era de color negro.
Eran perseguidos por considerarse aliados de causas diabólicas y portadores de enfermedades, de este modo, durante esta época se torturó y dio muerte arbitrariamente a miles de seres humanos y a millones de gatos, en el curso de unas persecuciones que fueron muy activas en toda Europa.
Se dio también el caso de culpar a los gatos de transmitir la peste bubónica, con lo que fueron exterminados en masa en pueblos y ciudades, algo totalmente erróneo ya que contribuyeron a que se multiplicara la población de ratas, auténticas propagadoras de la plaga.
En muchos lugares se los quemaba vivos o se los tiraba desde la cumbre de edificios altos durante las festividades de muchos pueblos, salvajadas que se hacen con otros animales además de los gatos.
Esto se convirtió en uno de los tantos absurdos rituales cristianos, como por ejemplo, la costumbre de festejar el Día de Todos los Santos quemando vivos a los gatos en las plazas públicas.
Aunque esta idea fue perdiendo fuerza cuando empezó a valorarse su rol en la lucha contra las ratas, pues los gatos siempre fueron aceptados en muchas comunidades de humanos por sus habilidades para cazar roedores.
Existe una superstición común basada en la creencia de asociar al gato negro con la mala suerte, cruzarse con un gato negro de forma súbita, es augurio de infortunios.
Os parece este lindo gatito algún símbolo de maldad?? Nada mas absurdo que esto...
Sin embargo, esto no fue así desde siempre. En una época anterior a ésta; en el antiguo Egipto, eran considerados seres divinos y uno de los dioses más venerados fue la diosa Bastet que era representada con cabeza de gato.
La razón es casi obvia, bien mirada. Cuando Egipto empezó a crecer, y por lo tanto se dedicó a construir graneros (algo necesario entre tanta pirámide y templo), las ratas se transformaron en un problema.
De ahí que los gatos, como cazadores naturales de roedores, se transformaron en aliados útiles, y de ahí, en verdaderos animales semi-divinos. Los egipcios creían muy en serio de que en cada gato estaba una parte de Bastet, la diosa gata, y de ahí el extraordinario cuidado que depositaban en éstos.
En el Antiguo Egipto, era peor matar a un gato que a un hombre. Ante lo último, siempre cabía la posibilidad de un indulto, pero si el muerto era un gato, ni el propio faraón tenía poder para ello; y la condena era a muerte.
Es más: si un egipcio descubría un gato fuera de las fronteras egipcias, era su deber y obligación llevarlo a tierra egipcia, sano y salvo. En caso de incendio, el primero en ser puesto a salvo era, adivinaron, el gato.
Y si moría, las familias adineradas transportaban el cuerpo a Bubastis, la ciudad sede del culto a la diosa gata Bastet, para ser enterrado allá; para estos efectos, en la época tardía egipcia, llegaron a fabricarse ataúdes con forma de gato, en los cuales podía introducirse el cuerpo del felino, convenientemente momificado. Los arqueólogos modernos han rescatado cientos de estos gatos momificados, y varios de estos ataúdes.
Se han descubierto muchas piedras grabadas con imágenes de gatos salvajes en Asia Occidental, procedentes del periodo Neolítico. Se considera que son evidencias de que estos animales tenían una importancia espiritual para las personas de esa región.
Se puede afirmar que el gato doméstico era también conocido y venerado en América. Así lo confirman cerámicas muy antiguas encontradas en Perú, procedentes de poblaciones primitivas anteriores a la civilización Inca.
Pero incluso la civilización inca rendía también culto a los gatos sagrados, confirmado con obras de arte precolombino, demostrándose con todo ello que ya había gatos en América antes de la llegada de Cristóbal Colón.
Los Celtas creían que los ojos de los gatos representaban las puertas que conducían hacia el reino de las hadas.
Para los antiguos griegos, el origen del gato se remontaba a Artemisa, diosa de la caza, que había dado vida al gato para poner en ridículo a su hermano Apolo, que previamente había creado al león para asustarla.
La diosa Greya (o Freya), diosa del amor y de la curación según la mitología nórdica, guardaba en su jardín las manzanas con las que se alimentaban los dioses del walhalla y en su iconografía aparecen dos gatos negros tirando del carro de la diosa.
Según cuenta otra leyenda, en el Arca Noé, los ratones se reproducían de una manera alarmante, haciendo peligrar las provisiones por lo que Noé preocupado solicitó ayuda del Señor, quien le indicó que debía acariciar tres veces la cabeza del león. Noé hizo lo que Dios le dijo y el león estornudó surgiendo de sus fosas nasales una pareja de gatos que restablecieron de inmediato el equilibrio en la embarcación
Existe una leyenda recogida en Turquía donde se cuenta que Mahoma mostró una gran compasión por los gatos, incluso su preferencia fue tal que les dio entrada al Paraíso, y de aquí viene la explicación de que porque los gatos caen siempre sobre sus patas, ya que Mahoma acariciaba constantemente la espalda de su felino preferido.
Con relación al tratamiento que se da a la figura del gato a lo largo de la Historia, podemos decir que existen dos grandes clases de culturas: por una parte, tenemos las culturas abiertas y con vocación de universalidad en las que se adoraba al gato (como son los casos del antiguo Egipto, la Roma clásica, la Inglaterra victoriana y la América de entreguerras), y por otra parte contamos con aquellas culturas cerradas y atormentadas que veían al gato como responsable de todos sus males (como la Europa católica de la Edad Media).
Mito Nº 2:
LOS GATOS SON TRANSMISORES DE ENFERMEDADES CÓMO LA TOXOPLASMOSIS
El contagio no se produce, como frecuentemente se cree, por estar en contacto con un gato. Para que los gatos (animales que son hospedadores del parásito) representen algún riesgo, deben combinarse dos situaciones:
Que el gato contraiga la enfermedad. Esto ocurre normalmente cuando el animal come carne cruda (que alguien le da o de algún roedor o ave que él mismo haya cazado). Es decir, si el gato vive en un piso, sin salir a la calle y sin terraza, la posibilidad de que se enferme es mínima.
En caso de que la enfermedad se desarrolle en el cuerpo del gato, el peligro estará en las heces del animal, las cuales, además, deben pasar al menos 24 horas expuestas al medio ambiente para convertirse en focos infecciosos.
En realidad, la fuente de contagio más frecuente es la ingesta de carne, frutas y verduras crudas. Un alto porcentaje de la carne que consumimos, de hecho, está contaminada con el Toxoplasma Gondii. Otra vía para contraer el parásito es la leche cruda, sobre todo la de cabra. Y también el trabajo de la tierra, ya sea de agricultura como de jardinería, dado que el parásito habita allí con muchísima frecuencia.
Así, que aquí, desmitificamos esa causa adjuntada directamente a los gatos.
Mito nº3
LOS GATOS SON PELIGROSOS SI SE ACERCAN A LOS BEBÉS
No tienes que encontrar un nuevo hogar para tu mascota si te quedas embarazada, no importa que un pariente o amigo con buenas intenciones diga lo contrario.
Los gatos no absorben el aliento de los bebés, pero es probable, que el mito haya nacido de la curiosidad natural de los gatos de investigar al nuevo miembro de la familia, asociada a la tragedia del síndrome de muerte súbita.
Podemos comprender con facilidad cómo, hace cientos de años, algunas personas quizá vieron aun gato en una cuna, a lo mejor olfateando el aliento a leche del bebé, y después encontraron a un niño muerto e intentaron buscar una explicación con la pérdida al relacionar las dos cosas (recordad lo que os conté al principio en la Edad Media, quizás este mito se originó en esa época).
El sentido común dicta que NO SE DEBE dejar desatendido A NINGÚN ANIMAL en presencia de un niño pequeño. Este consejo es útil para la protección de tu bebé y la de tu gato.
Mito Nº 4
LOS GATOS SON FALSOS Y TRAICIONEROS
Otros de los mitos populares como así también erróneos, es la creencia de que son falsos. Cuando se está con un gato, uno debe saber cómo comportarse y qué actitud tomar en cada momento conociendo el lenguaje del cuerpo de los gatos en diferentes actitudes o situaciones, podemos descartar esta falsa creencia. Por ejemplo, la manera que resulta bastante inconfundible, es la expresión de confiada amistad del gato cuando éste vuelve la cara hacia el observador con las orejas erguidas y apuntan hacia los lados (moviéndose para localizar sonidos que estén relacionados con el final de ése cómodo período de calma) y los ojos abiertos de par en par pero no tanto para parecer perplejo; estará mostrando el interés cortés de un gato tranquilo.
Así también cualquier emoción provocada por el miedo, la irritación o la presencia de un posible enemigo encuentra una correspondencia inmediata en la contracción de su musculatura facial, la posición de sus orejas (cuando sienten miedo las orejas se separan más hacia los lados) y las pupilas se dilatan). Basta una pequeña sensación de desconfianza para que los inocentes ojos redondos y las orejas dejen de estar derechas; aun ignorando el ligero cambio de la posición del cuerpo y de la punta de la cola, se nota que el estado de ánimo del animal ha cambiado.
Las actitudes amenazadoras del gato, también difieren claramente unas de otras según se dirijan a la persona amiga que se ha tomado "una confianza excesiva", o a un enemigo muy temido, en cuyo caso tiene un fin meramente defensivo o claramente manifiestan la intención de pasar al ataque, si el animal se siente superior al adversario.
Esta última actitud en particular, no se da nunca frente al humano, a excepción, claro está, de los animales que podríamos llamar "psicópatas" o bipolares, los cuales existen tanto entre los gatos como entre los perros mejor adiestrados; un gato no muerde o araña nunca al adversario sin que lo hayan provocado claramente".
En este caso, la posición de las orejas de un gato en actitud de ataque o a la defensiva y que jamás debes pasar por alto, es aquella en la que tienen las orejas hacia atrás y dobladas contra la cabeza, pues el gato estará listo para saltar, morder o arañar, ya sea cómo defensa o ataque.
Con respecto a la "traición" podemos decir que, a veces, mientras acepta con pasividad las caricias del amo, cambia de conducta bruscamente, aferrando con uñas y dientes la mano que lo acaricia. Significa eso que el gato es traicionero? No! ya que la reacción del animal es puramente afectiva y encaja dentro de las peleas amorosas propias de los felinos.
Lo demuestra el hecho de que, en estos arrebatos, el gato apunta a la mano o a la pierna de su amo, nunca a la cara o los ojos, que son la defensa del gato frente a sus enemigos.
Una persona debe comprender esto y, si sabe manejar el animal con firmeza pero sin violencia, éste no tardará en entender que no debe comportarse de uno u otro modo que ocasione el desvarío de la personalidad o estabilidad psicológica del gato sin haberlo estudiado antes.
Mito Nº 5:
EL PELO DE LOS GATOS PROVOCA ALERGIAS
El organismo de las personas alérgicas: YO SOY una de esas de las tantas personas alérgicas a TODO (estación, polvo, pelos, nerviosa, ácaros, etc, etc.,) pero, más sin embargo, tengo 3 gatos en casa y trabajo en una protectora de animales con los gatos!
Anécdota personal: Al principio, en una de mis crisis fuertes ocasionales e incontrolables ya con la medicación habitual para alérgicos) y debo acudir al centro médico de mi localidad ( mis alergias son todas las que puedan existir!, erupciones de piel, asma, ojos irritados, picor excesivo en todo el cuerpo, estornudos; buee); el médico de cabecera en esa oportunidad, me sugirió hacerme una prueba de alergia, para determinar el grado de alergia a los diferentes causantes alérgenos que me llevaban al extremo de acudir a un centro de salud para una terapia más fuerte de estabilización y de control y accedí… al ir a buscar los resultados, el médico me dijo que yo era un caso de alergia extrema y el 60% de lo que más me afectaba era: la caspa de gato le comenté en esa época, que mi mascota era un gato, y me dijo: o te deshaces del gato por tu salud o simplemente te mueres! UPPS! Le dije: es radical? No puede darme un tratamiento para controlar la situación? Me dijo: sí, te puedo dar una serie de tratamiento bebido y aplicado pero sería de por vida y engorroso (capsulas o tabletas para el día y la noche, cremas, colirios, etc, etc) le dije: pues, mandarme todo lo necesario para poder controlar mi alergia hasta que llegue a un extremo, pero de mi gato no pienso deshacerme… él es parte de mí, de mi familia, NO pienso dejarlo! Me dijo: pues tu verás! Me mandó la medicación, se lo agradecí, y a estas alturas de mi vida me rodeo más de gatos! Y seguiré en eso! Jeje , en resumen, creo que la alergia no es por los gatos, si no del estado mental o psicológico en que me encuentre o el estado de mis defensas en ese momento, ó que se juntan todos los factores necesarios para que me dé en algún momento una crisis de alergia!( eso explica porque no tengo crisis constantes ya que estoy en una protectora de animales a diario en contacto con pelos de animales de todo tipo y no me he muerto aún!
O también puede ser que mi inmenso amor por los gatos "creó los anticuerpos necesarios" para sobrevivir cerca de ellos", quién sabe... en fin...
Aunque quizá, para algunos, tener un "peludo" no sea una gran idea para las personas con las alergias más graves; muchas personas toleran las alergias y los gatos bastante bien.
Quinto mito, descartado!,
Espero, que este post de la historia ancestral de los gatos y los principales mitos desvele LA VERDAD OCULTA DETRÁS DEL FALSO MITO SOBRE LOS GATOS!
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Autor:
NIKITA YÉPEZ
Fuentes de apoyo:
Gatos para Dummies- Gina Spadafori, Paul D. Pion
Y otras fuentes en la red.
El paraíso jamás será paraíso a no ser que mis gatos estén ahí esperándome. – Epitafio en un cementerio de animales