Cuando un felino llega a su etapa sénior, una vez cumplidos los diez años, sus huesos se resienten. El dolor que les provoca la osteartrosis felinapuede hacer que les cambie hasta el carácter. Una vez que acudas al veterinario y le pongan tratamiento, tu gato volverá a ser casi el de siempre.
Siete de cada diez gatos
Esta es la cifra de animales afectados por la enfermedad de la osteartrosis felina una vez que cumplen los diez años. Pero en demasiados casos los dueños achacan el menor nivel de actividad a la edad, al cansancio y a que buscan tranquilidad. Por eso, ante los síntomas, es mejor prevenir y acudir al veterinario.La cojera, la disminución de tolerancia al ejercicio, dormir durante más tiempo… son sólo algunos de los síntomas que podemos observar en un gato que sufre osteartrosis felina. Otros síntomas son la eliminación de residuos de forma inadecuada (hacer sus necesidades fuera de la bandeja, y orinar más de lo habitual); una menor interacción con nosotros; y que duerma en el cojín del suelo del que siempre renegó, en vez de encima de la cama o del sofá, como acostumbraba.
En la consulta
Para buscar si realmente existe esta degeneración de los huesos y las articulaciones, las mejores partes del cuerpo son las caderas, las rodillas, los hombros o los codos. En algunos casos, incluso, la enfermedad afecta a varias de estas partes.Lo mejor es optar directamente por la radiografía, ya que al acudir al veterinario es fácil que el gato se ponga nervioso. Estos nervios puede demostrarlos de dos formas diferentes: aguantando el dolor por miedo, o mostrándose agresivo.
El tratamiento
Una vez que se diagnostica la osteartrosis felina, el veterinario puede recetarle una medicación que mejorará las condiciones de vida del animal. Se han dado casos de propietarios que, un mes después de establecida la medicación, se han dado cuenta de todo lo que habían dejado de hacer sus gatos por el dolor que les generaba la enfermedad.Esto no ocurre sólo con la osteartrosis. Por eso es recomendable que, cuando notamos algo raro en nuestros gatos, acudamos al veterinario. Más vale detectar la enfermedad a tiempo y evitar el sufrimiento al animal. Cuando cumplen cierta edad, no viene mal hacer chequeos habituales.