Los animales también padecen este tipo de patologías que provocan enfermedades como la gastritis, gastroenteritis, o colitis, entre otras.
El trastorno digestivo se conoce como cualquier anomalía que impida una buena digestión o que reduzca la absorción de los nutrientes de los alimentos.
Hay diversos órganos que intervienen en el procesado de la comida: estómago, hígado, esófago, intestino delgado, intestino grueso, páncreas y el problema puede provenir de cualquiera.
No voy a entrar en un tema tan complejo y peliagudo, pero te aconsejo que busques veterinarios digestivos especialistas en Hígado y Estómago que te ayudarán a detectar el origen del problema.
A continuación, voy a contarte algunas de las razones que provocan problemas digestivos en perros y gatos, cómo detectar los síntomas y por qué la nutrición es clave.
Motivos de los problemas digestivos en perros y gatos
Como he comentado, cualquier anomalía que reduzca la digestión o la absorción de los alimentos, o que altere su paso por el tracto digestivo, puede considerarse un trastorno digestivo y como consecuencia, tu compañero de vida puede empezar a sentirse mal.Hay muchas razones que pueden causar problemas digestivos, pero las más habituales son:
Parásitos
Infecciones víricas y bacterianas
Patologías metabólicas o endocrinas
Tratamientos antiinflamatorios no esteroideos y esteroides
Comer algo no indicado ni destinado para consumo animal
Inflamación crónica del intestino
Sustancias tóxicas (como fertilizantes, productos de limpieza)
Alergias alimentarias
Cuerpos extraños
Estrés, ansiedad, cambios en el entorno
Otros problemas médicos subyacentes
Cómo detectar si tu perro o gato tiene problemas digestivos
Si tu compañero peludo ha estado expuesto a alguno de los factores que he comentado en el anterior apartado, es posible que refleje señales de malestar digestivo.Si es el caso, hay veterinarios que podrán ayudarte a ver qué le ocurre a tu mascota y sobre todo, llegar a un diagnóstico y un posible tratamiento.
Los síntomas más comunes son:
Vómitos: si se dan de forma ocasional es normal, pero si ocurren más de una vez al día o durante varios días seguidos será preciso que hables con tu veterinario de confianza.
Flatulencias: si tu perro o gato tiene exceso de gases con frecuencia, podría ser una señal de problema digestivo.
Diarrea o heces blandas: si tu mascota sufre de heces sueltas o líquidas de forma habitual, es signo de malestar digestivo.
Estreñimiento: si tu compi está atravesando una situación así, la falta de fibra en su dieta podría ser la responsable, o quizá un problema digestivo de mayor gravedad.
Pérdida de peso: si la pérdida es controlada como consecuencia de una pauta dietética para animales con sobrepeso no es un problema, pero si es repentina o inexplicable podría ser un indicativo de problema de salud.
Inactividad repentina o depresión: si te has percatado de que tu perro o gato está más apático y aletargado, la razón puede estar en algún problema digestivo que le arrebate la energía.
Mucosidad o sangre en las heces: las causas de esta sintomatología pueden ser muchas, pero si observas esto acude al veterinario inmediatamente.
Anorexia: también conocida como falta o disminución del apetito, es un motivo habitual de consultas médicas, y en ocasiones, tiene relación con trastornos digestivos.
Nutrición: una de las claves para la salud digestiva
Una de las mejores formas de atajar los problemas digestivos en perros y gatos y sobre todo, mantener su estómago en condiciones óptimas es mediante una nutrición preventiva.Una dieta adaptada a las necesidades de tu mascota la mantendrá sana, fuerte e incluso puede ayudar a tratar ciertas patologías.
Al igual que las personas, los gatos y los perros necesitan tener un microbioma intestinal equilibrado.
¿Te preguntas qué es el microbioma? Es el ecosistema que se encuentra en el tracto digestivo y que alberga miles de millones de microorganismos diferentes, incluyendo tanto bacterias deseables como indeseables específicas de cada animal.
La flora intestinal puede verse alterada por más factores, aparte de la nutrición, como la genética, el estrés, o contaminantes, entre otros condicionantes, pero la alimentación es algo que está en tu mano y puedes controlar.
Si usas la nutrición para equilibrar la microbiota de tu perro o gato, podrás ayudarle con su salud digestiva hacia un estado más saludable y ya, si te acostumbras a acudir al veterinario para hacer revisiones periódicas del aparato digestivo, todo irá sobre ruedas.
Quiero recordarte que este post es meramente informativo y ante cualquier duda sobre la salud digestiva de tu perro o gato hables con tu veterinario de confianza para saber qué le ocurre y dar con el tratamiento más adecuado.
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