Tomado de El Nuevo Herald.com
Disfrazada de caballo, Lisa Jablow, al centro, miembro de la
organización NYCLASS que se opone al uso de carruajes de
caballos en Nueva York.Neeson no apareció mientras unos 50 manifestantes se congregaron en la acera frente a su edificio de apartamentos en Manhattan. La policía observó y porteros fotografiaron a participantes que llevaban carteles que decían "Liam Neeson: ¡Deja de apoyar la crueldad contra los animales!" y "¡Muertos por tanto trabajar!", con una imagen de un caballo muerto en un parque.
Ese segundo cartel lo llevaba Peter Wood, un investigador de protección de animales para varias organizaciones que dicen que es cruel que los caballos se vean sujetos al tráfico automotor, la contaminación y posibles accidentes.
"Es el 2014, no 1914. Es hora de cambiar", dijo Wood, que vive en Manhattan.
"Los caballos no deben andar en medio del tráfico, rodeados de autobuses. No deben estar en la ciudad. Es anticuado, es cruel", dijo, y añadió: "La vida atado a un carruaje con una bolsa en el trasero para el excremento... eso no es vida".
Neeson, cuyas películas incluyen "Schindler"s List", "Taken" y "Non-Stop", ha expresado enérgicamente su respaldo a los carruajes de caballos en Nueva York, que son mantenidos en establos que él recorrió recientemente con legisladores. El actor dice que los animales no son maltratados.
"Ha sido mi experiencia, siempre, que los caballos, al igual que los seres humanos, están más felices y saludables cuando trabajan", afirmó Neeson en un editorial publicado en el periódico The New York Times el 14 de abril.
Dijo que se trata de un sector "bien regulado" por los Departamentos de Salud e Higiene Mental y de Consumidores de la ciudad.
El alcalde Bill de Blasio, demócrata, ha prometido que va a prohibir los carruajes y los remplazará con autos eléctricos estilo antiguo, comisionados por un grupo llamado NYCLASS, que el sábado participó en la protesta ante la residencia de Neeson.
El actor dijo que el vehículo eléctrico no puede reemplazar a los carruajes tirados por caballos, a los que llama "un elemento característico de la cultura y la historia de Nueva York".