Artículo de Yanet Féliz, tomado de El Día.com.do
Santo Domingo. 16 septiembre, 2014.- La Comisión Internacional Ballenera cedió ante las presiones de Japón y la Unión Europea para autorizar la caza de ballenas jorobadas, las mismas que nacen en aguas dominicanas y que cada año visitan la Bahía de Samaná, decisión que contó con el respaldo de 42 de los 53 países con derecho a voto.
República Dominicana y la organización ecológica Greenpeace tuvieron la voz cantante en contra de la propuesta que finalmente se impuso. Solo diez países se sumaron a la propuesta dominicana de prohibir la caza del cetáceo.
El ministro de Medio Ambiente, Bautista Rojas Gómez, calificó de "lamentable e insensible" la decisión.
Ayer se inició la 65 Asamblea Plenaria de la Comisión Ballenera Internacional en la ciudad de Portoroz, Eslovenia. República Dominicana estuvo representada por Gilka Meléndez, quien planteó la oposición a la decisión.
La Unión Europea y Japón respaldaron la posición de Groelandia de que se permitiera la cacería de las ballenas jorobadas que nacen y se aparean cada año en las cálidas aguas dominicanas, frente a la Bahía de Samaná.
"Confieso que para mí resultó decepcionante recibir la información de que apenas República Dominicana y otros diez países procuraran poner fin a la cacería de ballenas, en contraste con 46 que favorecieron la continuación de esa práctica", expresó Rojas Gómez.
En Groenlandia se eliminan entre 10 y 14 cachalotes, según Milko Schvartzman, especialista en océanos de Greenpeace.
La Comisión Internacional Ballenera acogió con 42 votos a favor y 11 en contra la propuesta de la Unión Europea y Japón de mantener la cacería de la ballena jorobada.
RD seguirá rechazo
Rojas adelantó que el país se sumará a las organizaciones no gubernamentales y naciones que sensibilizan para acabar con esa situación.
A fin de tener voz y voto ante la Comisión Ballenera Internacional, la semana pasada el país pagó sus cuotas pendientes ante ese órgano con la erogación de RD$1,858,932.10 (unos 33 mil euros) para poder tener derecho a voto en la reunión.