2. ¿Recibió de cachorro todas las vacunas recomendadas?
3. ¿Le llevas al veterinario periódicamente, al menos una vez al año, para comprobar su estado de salud y aplicar las vacunas de refuerzo que corresponden?
Te sorprenderá saber que la mayor parte de las personas responderían afirmativamente a las dos primeras preguntas, mientras que la tercera y última recibiría un rotundo ‘NO’ en más de la mitad de encuestas. Los estudios que se han llevado a cabo al respecto son tremendamente reveladores y arrojan cifras tan alarmantes como que, en España, hay más de 1 millón de gatos domésticos que no han recibido las vacunas pertinentes durante el último año.
Estos datos han impulsado a Boehringer Ingelheim a adquirir el firme compromiso de concienciar a la sociedad española sobre la importancia de las vacunas de refuerzo, las cuales protegen la salud de los gatos ante enfermedades tan graves y peligrosas como la gripe y la leucemia felinas o la rabia.
¿Tu gato está desprotegido?
Si has respondido negativamente a la 2ª o 3ª pregunta, conviene que seas consciente de que sí, efectivamente, tanto el bienestar como la estabilidad de tu gato están en peligro. No obstante, no hay motivos para alarmarse, sobre todo si no has percibido síntomas o signos que te hagan sospechar que algo no ‘marcha’ bien. Eso sí, te recomendamos que más pronto que tarde conciertes una cita con el veterinario para que realice una revisión exhaustiva a tu mascota y la ponga al día en cuanto a esas vacunas pendientes que pueden salvarle la vida.Dichas vacunas son muy fáciles de administrar, de forma subcutánea en la mayor parte de casos, y no supondrán molestia alguna para el gato. Además, las reacciones que provocan son mínimas, sino nulas. Quizá puedas percibir en él cierto cansancio o pérdida del apetito, pero, no te preocupes, entra dentro de la normalidad. Ahora bien, si los efectos secundarios van a más, acude rápidamente al veterinario, pues la vacuna podría haber provocado alguna reacción alérgica que deberá ser tratada a la mayor brevedad posible.
Cuál es el origen del peligro
El origen del peligro reside ni más ni menos que en esas enfermedades infecciosas a las que los gatos están expuestos a lo largo de sus vidas. Ni siquiera las mascotas más hogareñas, esas que jamás salen a la calle ni entran en contacto con otros animales, están exentas de contraer algunas de ellas.Hablamos de patologías víricas, como la enteritis infecciosa, la leucemia, la gripe, el calicivirus o la rabia, pero también de infecciones bacterianas, como por ejemplo la originada por la cepa Chlamydophila felis.
Por otro lado, conviene saber que las vacunas no protegen al 100% a las mascotas y que, además, con el paso del tiempo pierden efectividad (precisamente por este motivo hay que vacunar periódicamente a los gatos y no únicamente cuando son cachorros). Esto quiere decir que, a pesar de haber vacunado a tu mascota, puede que contraiga alguna de las enfermedades citadas, pero en todo caso sus síntomas serán mucho menos agresivos y la recuperación, seguramente, sea más rápida. Tu veterinario es quien mejor puede aconsejarte una pauta vacunal eficaz, y es importante que sigas sus consejos.
Con la campaña “GatoViral” y el eslogan ‘¡No dejes que este gato se haga viral!’ confiamos en que la tendencia se revierta y cada vez sean menos los gatos desprotegidos ante enfermedades como las anteriormente mencionadas. Porque en Boehringer Ingelheim nos quedamos únicamente con la acepción positiva de ‘viralidad’, la que hace que disfrutemos de miles de gatitos graciosos y juguetones en Internet; ¿y tú?