Tomado de BBC.co.uk
Tras el terremoto y posterior tsunami en el Océano Índico del 26 de julio de 2004, informes llegados desde el sudeste asiático hablaban de elefantes, búfalos y otros animales corriendo hacia tierras más altas antes de que se desatara la tragedia.
Más recientemente, la respetada publicación Journal of Zoology informó de un éxodo de sapos de un estanque en L"Aquila, Italia, justo antes de que el lugar fuera sacudido por un sismo en 2009.
Por lo tanto, la idea de que los animales tienen esta capacidad ha adquirido cierta credibilidad.
En 1997, investigadores de la Universidad de California informaron que los elefantes pueden detectar la estampida de otros animales a una distancia de hasta 48 kilómetros, lo que les permitiría sentir los temblores previos al terremoto principal.
Los terremotos, además, liberan pulsos electromagnéticos e iones positivos que pueden ser detectados por los animales.
Para llegar al fondo del misterio, las agencias espaciales de Alemania y Rusia colaboran en el Proyecto Ícaro, que colocará detectores en unas mil aves y murciélagos para monitorearlos desde el espacio.
El objetivo es averiguar si comportamientos poco habituales son más comunes antes de eventos sísmicos.