Historia
Se sabe poco de la historia del Balinés. Algunos dicen que en al menos un tapiz chino se muestran gatos de pelo semilargo y con puntos de color. La Cat Fanciers Federation reconoció en 1928 una raza llamada Siamés de Pelo Largo, que en realidad es Balinés y es como antes se les llamaba. Sin embargo, la historia de estos gatos comienza un poco más tarde, en la década de los 50s del siglo pasado, cuando comienzan programas de crianza serios. Se llaman Balinés porque la gracia de estos gatos es comparable a la de los bailarines de Bali.
Características
El gato Balinés es un gato largo, con cuerpo delgado y huesos finos. Tiene puntos de color igual que el Siamés, vienen en cuatro colores que son los mismos que el Siamés: punto foca, punto azul, punto chocolate y punto lila. Su cabeza forma un triángulo largo con perfil recto. Las orejas son largas y continúan los lados del triángulo. Sus ojos son azules y conforma de almendra. De hecho, es casi idéntico a un gato Siamés, la única diferencia reside en el pelaje: El Balinés tiene el pelo más largo, es de longitud mediana y de textura sedosa, sin tener la capa interna de pelo. El pelo cae cerca del cuerpo y conforme se acerca a la cola, termina en un lindo plumero.
Son gatos muy fáciles de cuidar. Ya que su pelo es de una sola capa muy cercana al cuerpo, sólo se requiere una peinada o cepillada cada tercer día. Una buena dieta y mucho ejercicio son escenciales para mantenerla buena salud y el cuerpo tubular del Balinés (no deben ser gordos). Su cuerpo debe sentirse sedoso y firme.
Por lo tanto, aunque requieren de la atención de su propietario, los gatos de raza Balinés son animales que requieren poco mantenimiento. En general, son muy bien educados y amistosos. Como mascotas, forman parte integral de la familia. Si buscas una mascota muy inteligente, interactiva, platicadora y agradable, debes considerar tener un Balinés.