Cuando esta familia adoptó a un Golden Retriever de una protectora no podía estar más feliz. Además de un perro noble, juguetón, cariñoso… descubrieron noche tras noche que tenía un hábito muy curioso: el perro no dejaba de observarles por la noche mientras dormían desde la puerta de su dormitorio, en el que habían puesto una barrera.
¿Te imaginas que te duermes, te despiertas por la noche o te levantas y la figura de tu perro está ahí? ¿Observándote?
Sin duda, era algo que inquietaba a esta pareja, por eso, decidieron ir al veterinario para que le hicieran una revisión.
El veterinario revisó al perro y les informó que el perro estaba completamente sano físicamente y también parecía un perro emocionalmente equilibrado y feliz con su nueva familia, pero que lo mejor sería preguntar a la protectora, por si sabían su historia pasada.
No dudaron en volver a la protectora para explicarles el caso, ya que nadie parecía tener una respuesta a este comportamiento, pero la protectora sí la tenía.
El perro fue abandonado por su antiguo adoptante en la protectora sedándolo. Así, el perro asoció a que si dormía, quizás despertaría en otro sitio y el miedo a no volver a ver a sus adoptantes lo mantenía en vela toda la noche.
Esta historia rompió el corazón de su nueva familia que no dudó en hacer que el perro se sintiera más seguro y confiado de que con ellos esto no iba a volverse a repetir.
Así, quitaron la barrera de la puerta y pusieron la cama del perro junto a la suya. Con el paso de los días, el animal se fue relajando hasta comprender que allí podía dormir sin miedo a despertar en otro lugar.