Los resultados del programa han sido expuestos este pasado lunes en la revista Critical Care en un reportaje donde, los especialistas médicos encargados de llevarlo a cabo, han defendido fervientemente que estos animales pueden ayudar a los pacientes a activarse física y mentalmente, consiguiendo así una recuperación lo más ágil posible y evitando administrar soluciones farmacológicas siempre y cuando sea posible.
Los medios tecnológicos usados en la UCI como: respiradores asistidos, catéteres o tubos, deshumanizan y desmotivan a los pacientes. Esto provoca que se queden estancados en cama e incentiva que su musculación disminuya y que su ansiedad aumente. De hecho, está demostrado que hasta un 80% de las personas en este estado, sufren de delirios y confusión mientras están recluidos, mientras que el porcentaje disminuye en los pacientes más tenaces y menos medicados.
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En un primer momento, los pacientes tratados mediante esta terapia, se encontraban en fase de recuperación o rehabilitación pero, una vez conocida la eficiencia del tratamiento, se puso en marcha en diez pacientes de la UCI, los cuales recibieron al menos una visita de uno de estos amigos caninos y, en algunos casos, también de un terapéuta físico u ocupacional.
Las únicas condiciones requeridas para poder disfrutar de estas agradables visitas son: que el paciente esté consciente y alerta para interactuar con el animal, no ser propenso a infecciones y estar dispuesto a tener la visita. En cuanto a los animales, han de estar registrados en el programa Pets Parners, certificando así que están preparados para la terapia. Por cierto, ¿sabías que los perros son la mejor terapia para la nostalgia?