Tomado de El Economista.es
Águila electrocutada. Foto: www.agenciasinc.es
Se ha detectado una disminución del número de electrocuciones registradas respecto a años anteriores en Valencia y Alicante. Por ejemplo, el número de aves rapaces electrocutadas muestra una tendencia descendiente desde 2011, pasando de las 220 que hubo ese año a las 134 registradas en 2014.
Se registraron electrocuciones en 103 municipios, sobresaliendo Orihuela con siete casos y Vall d"Uixó, Llíria y Utiel con cuatro casos cada uno. Destaca que en el 62 por ciento de los casos pudo conocerse con detalle la localización exacta del animal e identificar el apoyo causante de la electrocución, "lo cual es determinante a la hora de poder emprender acciones de corrección", según han informado desde la Conselleria de Infraestructuras a Europa Press.
Las aves son, como todas las temporadas, el grupo de fauna más afectado, con 143 casos registrados para 17 especies diferentes. De manera anecdótica aparecen reflejados cuatro accidentes con reptiles y tres con mamíferos.
Las rapaces acumulan casi el 90 por ciento del total de electrocuciones recopiladas. Dentro de este conjunto, las dos especies con mayor número de registros son el cernícalo vulgar, con 47 casos en 2014, y el búho real, con 46 muertes. Además, en 2014 se registraron tres electrocuciones de águila perdicera (Aquila fasciata) en la Comunitat, una especie catalogada como vulnerable.
ZONAS DE PROTECCIÓN
En 2010 se establecieron las zonas de protección de la avifauna contra la colisión y electrocución en la Comunitat Valenciana, y se ordenaron medidas para reducir la mortalidad de aves en líneas eléctricas.
Desde entonces se mantiene un registro actualizado de electrocuciones de fauna salvaje que recoge la información de los ingresos en los Centros de Recuperación de Fauna (CRF) y de comunicaciones directas por parte de las empresas de distribución eléctrica.
La Conselleria de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente comunica a los titulares de la línea eléctrica, la mayoría empresas de distribución eléctrica, las electrocuciones de las que se dispone de datos precisos gracias a los apoyos y necropsias que demuestran que la electrocución fue la causa de la muerte, instándole a emprender medidas correctoras. A lo largo de 2014 se notificaron a los responsables de las instalaciones eléctricas un total de 59 incidencias.
No todos los casos de animales electrocutados georreferenciados terminan siendo notificados a las empresas de distribución eléctrica por tratarse de ejemplares pertenecientes a especies no incluidas en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial. O bien porque son restos de cadáveres momificados y huesos encontrados bajo apoyos eléctricos en los que su avanzado estado de deterioro impide encontrar lesiones por electrocución mediante el examen de necropsia.
En cuanto a correcciones de apoyos peligrosos, comprobadas y comunicadas por parte de los Servicios Territoriales, en 2014 se corrigieron cinco en Castellón, 18 en Valencia y 12 en Alicante, todas ellas llevadas a cabo por compañías de distribución eléctrica.