1.- ¡Atrápame si puedes!
No lo tomes personalmente si tu cobaya huye de ti cuando intentas levantarla. El huir está conectado a la psique de las cobayas, y por buenas razones. Este pequeño cerdito es una presa natural en la vida salvaje, así que una cobaya rápida es una cobaya segura.
Dale a tu cobaya el tiempo para conocerte, que puede o no frenar sus instintos de huida cuando alguien entra en su espacio. Piensa en todas aquellas veces que saltas al sonido de un ruido inesperado, como el escape ruidoso de un coche, o cuando no sabías que alguien estaba detrás de ti. Para algunas cobayas se trata de escapar primero y ver quién es más tarde.
2.- ¡Saltar!
Sí, las cobayas tienen su propio movimiento de danza y se llama “popcorning.” El movimiento va un poco como esto: correr, saltar en el aire, aterrizar en cuatro patas, rebotar en el aire de nuevo y girar en el otro sentido. Ahora imagínate estos movimientos ajustados al sonido de las palomitas de maíz y entenderás por qué se le conoce como “popcorning”.
Un conejillo de indias que hace esta rutina es una mascota feliz. Este es uno de los comportamientos comunes de las cobayas más jóvenes.
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3.- ¡Quieto!
Las cobayas se congelan cuando se sienten amenazadas, ya sea por un ruido, un movimiento repentino o por algo desconocido en su entorno. Su objetivo es ser tan invisible como sea posible. Este comportamiento también permite que las cobayas sepan que algo podría estar pasando.
Imagínate a una cobaya socializando con otra cuando de repente una se vuelve una estatua. La otra cobaya pronto seguirá su ejemplo. Ninguna cobaya quiere llamar la atención sobre sí misma cuando un depredador podría estar cerca.
4.- Ojos bien abiertos
Es probable que nunca veas los párpados de tu cobaya porque estos animalitos raramente cierran los ojos – incluso mientras duermen! Sí, todas esas veces que pensaste que tu conejillo de Indias estaba en un pensamiento profundo o hipnotizado por un nuevo accesorio, él pudo muy bien haber estado tomando una siesta rápida.
Una super-duper relajada cobaya podría cerrar los ojos para dormir un poco. Si esto sucede, tómalo como un cumplido! Tu cobaya se siente segura en su entorno familiar.
5.- No, no se está rascando un picor; Está marcando
Si descubres a tu cobaya arrastrando su parte trasera en el suelo de su jaula – o cualquier área a la que tiene acceso frecuente – no tiene una picazón que debe rascarse. Está estableciendo su reclamo territorial. Esencialmente está diciéndole a otras cobayas, “Esto pertenece a este pequeño cerdito!” Este es uno de los más curiosos comportamientos comunes de las cobayas.
6.- ¡Las Cobayas Hablan!
¡Oh, la ironía! Para ser un animal de presa, las cobayas seguro que hacen mucho ruido. Las cobayas chillan, también, y tienden a chillar mucho! (OK, el sonido puede sonar más como un chirrido, pero es parecido al sonido de los cerdos) El sonido también se conoce como “wheeking”, que es una interpretación fonética más certera. Una manera de lograr escuchar a tu cobaya chillar es ponerle su comida favorita para que la olfatee. Él estará diciendo, “Delicioso!” Con algunos chillidos muy audibles.
Cuando está relajada, tu cobaya podría hacer un sonido suave pero consistente, como entre chirrido / silbido, que a menudo es acompañado por pequeñas vibraciones del cuerpo. Ésta es su manera de demostrar la aprobación mientras que lo acaricias suavemente o lo llevas en tu regazo. Un chillido agudo y corto, sin embargo, puede indicar dolor, y un ronroneo de tono bajo puede ser la manera en que tu cobaya te deja saber que está molesta.
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7.- Ponerse de pie
Las cobayas pueden tener pequeñitas piernas apenas perceptibles, pero eso no les impide ponerse de pie en dos patas para tener una mejor idea de lo que está sucediendo a su alrededor. Esta es una postura de “curiosidad” que le ofrece a una cobaya una mejor visión de su entorno, y le ayuda a centrarse en un olor particular. También lo hace aún más adorable cuando lo hace para pedir comida. Estar de pie en las patas traseras va de la mano con el sentido del olfato y es uno de los comportamientos comunes de las cobayas.
8.- Lamer
Las cobayas también pueden lamer. Se arreglan a sí mismas lamiendo su piel. Por lo general comienzan por estar de pie en sus patas traseras para llegar mejor a su parte delantera y trasera. Tu cobaya se mantendrá limpia, por lo que probablemente no tendrás que bañarlo (a menos que se meta en una situación difícil). A la mayoría de las cobayas no les gusta mojarse.
Tu mascota también puede lamer tus dedos o mano, lo que puede ser un signo de afecto. Después de todo, así es cómo las cobayas se demuestran afecto las unas a las otras. Inclusive lo hacen porque podría gustarle el sabor de la piel de una persona.
9.- ¡Pequeño peludo enojado!
Las cobayas pueden tener un gran temperamento. Una cobaya molesta puede hacer una especie de siseo, que puede sonar como si estuviera chasqueando sus dientes juntos. Y si ves sus dientes también ten cuidado! ¡Tu cerdito está molesto, retrocede! Una cobaya trastornada también podría soltar un chillido agudo para decirte que está muy descontenta con algo que hiciste o que se siente amenazada.
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10.- Elevar la cabeza
Las cobayas demuestran su dominio sobre otras levantando sus cabezas. Lo que se dice que es su manera de mostrarse uno a otro. En los círculos sociales de las cobayas, cuanto más alta es la cabeza, mejor es la cobaya!
Estos comportamientos comunes de las cobayas nos ayudan a comprender mejor a nuestra mascota. Además nos ayuda a entender mejor todo lo que le sucede.