Te voy a dar 10 claves para que no cometas errores en su educación. Estos son los 10 consejos para educar a tu perro de forma correcta:
Aplica una rutina de educación diaria de baja intensidad. Esto significa que es más efectivo el “sin prisas pero sin pausa”. Es mejor cada día en sesiones de no más de 5 minutos de enseñanza de trucos a tu perro, que sesiones intensas en las que se va a aburrir, estresar y no va a aprender, consiguiendo que acabe con tu paciencia. 5 minutos al día bastan para que vayas enseñándole trucos como “dame la pata”, “siéntate”, “ven”, “túmbate”, etc.
Estimula el autocontrol. Cuando vayas a darle de comer, pídele siempre que se siente. No solo estarás trabajando órdenes de obediencia sino que estarás estimulando su autocontrol, ayudándole a que se comporte a la hora de comer. De esta forma evitarás saltos, empujones que puedan echar la comida al suelo, y hasta que se ponga nervioso a la hora de comer.
Varía en la recompensa. A la hora de reforzar las conductas del perro que queramos que se repitan, varía con la recompensa que le das. Que no sea siempre un trocito de comida, o unos elogios o unas caricias. Si varías entre estas tres cosas, o si varías con la comida que le das, tu perro no bajará la guardia en el aprendizaje de cosas nuevas , sin embargo, si se aburre de siempre obtener la misma recompensa, ¿para qué se va a esforzar?.
Asistid a una clase de adiestramiento. ¿Esto qué significa? Apuntaos aunque sea a una clase de adiestramiento. Ya no solo por lo que podáis aprender ambos, sino por lo que va a disfrutar tu perro allí. Os abrirá la mente a ambos a la hora de enseñar tú y aprender él.
No bajes la guardia. Que sepa dos o tres trucos no significa que no pueda aprender más. A lo largo de la vida de un perro la estimulación física y mental es fundamental para su equilibrio. No pares de enseñarle cosas y sorpréndete de los resultados. Puedes ayudarte de juegos que se venden en las tiendas de mascotas para ello, o bien, crearlos tú mismo (esconder cosas en casa y que busque, etc.)
Socializa a tu perro. No te limites a sacar a tu perro a que haga su pipí o vayáis los dos juntos a correr sin interactuar con otros perros. Permite que tu perro socialice con otros perros y no me refiero a que se huelan cuando se cruzan por la calle, sino a que jueguen juntos durante unas horas a la semana. Estas interacciones con sus iguales son muy importantes porque enriquece su educación y su equilibrio emocional.
Permite que tu perro se divierta. Al igual que nos sucede a nosotros, la motivación es muy importante para aprender. A tu perro le pasa lo mismo. Haz que se divierta aprendiendo, de lo contrario, no conseguirás los resultados deseados.
Ejercicio físico. Si los perros realizaran el suficiente ejercicio físico diario, apenas podríamos quejarnos de malas conductas. El ejercicio es el mejor remedio para acabar con la ansiedad del perro, que se origina al no quemar la energía que tiene. El perro es un perro activo, y no podemos hacer que se adapte a nuestra vida sedentaria porque va contra natura. Cuanto más ejercicio haga tu perro, más fácil será que aprenda y, por tanto, más fácil será para ti educarlo.
Practica el voluntariado. Como lees. Si en tu ciudad existen centros de terapia con animales y tu perro tiene una personalidad sociable puede acudir como voluntario a un centro de terapia para ayudar a personas que lo necesitan. Al final el más beneficiado será él.
Permite que practique algún deporte. Agility, Flyball, Canicross, … Las opciones son numerosas. No hace falta que se convierta en un profesional del deporte canino. Simplemente el ir una vez al mes es suficiente para que tu perro disfrute y aprenda.
Estos sencillos consejos van a facilitar que tu perro aprenda más rápido y de forma más eficaz, y lo que es más importante, que ambos os divirtáis en esta preciosa tarea que es la de educar.
Sandra Ferrer.
Creadora del Programa de Educación Canino “Cómo Educar a un Cachorro”
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