@classyaspup
Para empezar debes saber que tienes todo el derecho del mundo a llorar tras la pérdida de tu peludo. No te dejes cohibir por lo que diga el resto del mundo y mucho menos te avergüences. ¿Cuántas veces hemos escuchado la frase “solo es un perro”? Pues bien, ese perro ha podido regalarte más felicidad y amor incondicional que muchas de las personas que te rodean, por tanto, sí, tienes todo le derecho de llorarle hasta la saciedad sin importarte lo que digan los demás. ¿Sabías que hasta un 10% de personas necesitan asistencia psicológica tras la muerte de su mascota?
Tómate el tiempo que necesites. Hay personas que necesitan llorar durante meses. Hazlo. No hay mejor terapia que llorar y deshacer ese nudo en la garganta. Jamás ocultes ni te reprimas los sentimientos. Si no puedes apoyarte en ciertas personas para desahogarte, apóyate en las que sí te comprenden, quizás, porque han pasado ya por lo que tú estás pasando.
En muchos casos, la pérdida del perro puede ser debida a un accidente, como un atropello, o a una eutanasia, debido a un cáncer. No te sientas culpable. La culpabilidad no va a arreglar nada, no te enfoques en su final, enfócate en todo lo que has hecho por él y la vida que le has dado. Seguro que ha sido un perro muy afortunado. ¡La mayoría de perros no han corrido la suerte de pertenecer a una familia como la tuya!
Realiza una ceremonia de despedida. La despedida es fundamental. Hazle un bonito entierro o una bonita incineración e, incluso, puedes limitar una zona donde poder ir a ver su tumba siempre que lo necesites.
Escribe una carta. Coge un papel y un bolígrafo y escribe una carta de despedida a tu perro. Escribe todo lo que sientas en ese momento, agradécele todo lo que te ha aportado.
No rompas con las rutinas que tenías con tu perro. Si siempre salías junto a tu perro a pasear a ciertas horas, sigue haciéndolo. De esta forma, te será más fácil superarlo.
No adoptes a un perro para sustituir a otro. Adóptalo cuando realmente estés preparad@. Hazte la idea de que ningún perro será igual al que acabas de perder. Desafortunadamente, muchos adoptantes creen eso y acaban abandonando al pobre animal. ¡Cada perro es único y tiene su propia personalidad!
Mi último perro murió en mayo del 2014. Tuvimos que recurrir a la eutanasia porque tenía metástasis por todo el cuerpo y sufría mucho dolor. Aún me emociono cuando lo recuerdo. Estuve más de una semana casi sin salir de casa, sin ganas de ver a nadie, oliendo su collar prácticamente durante los 5 meses tras su muerte, y como tenía costumbre de tumbarse bajo mi silla de trabajo, aún a veces tengo el ademán de mirar para no pisarlo. No fue hasta enero del 2015 que me animé a adoptar otro perro, y es que, al final, no puedo vivir sin un perro.
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Si aún siguiendo estas pautas, crees que no logras superar su muerte, no dudes en acudir a un psicólogo. No sientas vergüenza, no serás ni la primera persona ni la última en requerir la ayuda de un especialista.
Sandra Ferrer. Creadora del Programa de Educación Canino “Cómo Educar a un Cachorro”
La entrada Pautas para superar la muerte de tu perro aparece primero en Cómo educar a un cachorro.