¿Los animales ayudan a los niños autistas?
El autismo es un trastorno del neuro desarrollo que se caracteriza por la introversión extrema en quienes lo padecen y les es muy difícil compenetrarse con quienes los rodean.
Algunos tienden a no hablar, otros les tienen miedo a las personas, hay quienes desarrollan una inteligencia incomparable pero no son capaces de entender los sentimientos básicos de los seres humanos. Pero resulta que los animales ayudan notablemente en el desarrollo de estas personas y dejan evidencia de sus beneficios y además a los animales pueden ser maravillosos terapeutas para el autismo.
Animales como terapeutas
Muchos estudios han experimentado con familias que tienen al menos un integrante con autismo, y los han expuesto a la convivencia con mascotas, desde perros y gatos hasta caballos y reptiles. Los resultados han sido asombrosos porque demuestran un gran desarrollo en habilidades sociales delante de las familias que no tenían mascotas.
Los niños que estuvieron expuestos a relacionarse con cualquier tipo de animal demostraron más habilidad de vincularse con las personas a su alrededor y desarrollar comportamientos sociales que antes estaban ausentes y pasaron de ser callados y celosos consigo mismos a entablar cortas conversaciones con los demás, pidiendo información, preguntando, respondiendo, explorando sobre otras personas y procesos rutinarios.
Por los niños con autismo con mascotas mejoran sus habilidades sociales.
Realmente este efecto es muy difícil de obtener con terapia psiquiátrica o psicológica , así que es una excelente idea tener una mascota para obtener resultados favorables en este tipo de personas. No importa el tipo de animal al que sea expuesto el niño, aunque dicen que dependerá de su personalidad.
¿Cuál animal es mejor?
Los perros y los gatos suelen ser una de las mejores compañías porque pueden estar dentro de casa, además de que el vínculo que se crea con estos animales se desarrolla muy rápido y es inquebrantable.
Más que todo cuando estos animales son pequeños. La familia debe estar presenta al tomar esta decisión ya que conocen al niño y pueden ayudar a descifrar cuál es el más indicado para él. Por ejemplo, si el niño es de los que pueden presentar una personalidad que grite o se exprese de una manera más fuerte, un perro que ladre siempre no es la solución.
Lo ideal sería una mascota tranquila y que esto se lo pueda transmitir al niño. Lo cierto es que tener un perro puede ser beneficioso para niños con autismo.
Si es un niño introvertido, una mascota más activa como un perro es la mejor opción, de manera que pueda moverse y estar a la par del perro con el paso del tiempo. Tener una mascota puede dar resultados muy positivos en los casos que exista un integrante de la familia que tenga autismo, además de tener un miembro más a quien se le pueda demostrar mucho amor.