Artículo de Fernando Umaña Mejía, tomado de El Tiempo.com
El oso negro americano es otro de los animales en busca de un nuevo hogar.
Foto: Jaiver Nieto / EL TIEMPO
Durante años los cuatro bisontes americanos que hay en el zoológico de Matecaña de Pereira llamaron la atención de los niños y adultos que iban a verlos por su gran tamaño (fácilmente superan la media tonelada de peso), sus inmensas cabezas de las que se desprende un pelaje de color ocre, y el caminar pausado que los caracteriza.
Estos cuatro mamíferos son algunos de los animales que se ?jubilarán? y quedarán sin casa, junto a un número hasta el momento indeterminado de animales del antiguo zoológico Matecaña cerrado el pasado 30 de abril.
La mayoría de los animales del zoológico serán trasladados al nuevo Bioparque Ukumarí, que se construye también en la capital risaraldense. El Ukumarí tendrá seis biorregiones: Bosques Andinos ?que será abierta en el segundo semestre de este año-, Sabana Africana y Bosque Nuevo Africano, Acantilados Peruanos, Ecosistemas Áridos, Amazonas y Asia.
Y en ninguna de estas tendrán cabida los bisontes americanos, así como una cebra, un orix (un antílope con aspecto de caballo), una macaca mulatta (un primate) y un oso gris, que están viejos y enfermos, y probablemente los búfalos, y otras especies.
(Vea aquí una galería de algunos de los animales que no serán trasladados).
De hecho, solamente el 75 por ciento, aproximadamente, de los más de 520 animales del antiguo Matecaña, irán al nuevo zoológico.
El Bioparque es construido con recursos de la Alcaldía de Pereira, a través del lnstituto de Fomento y Promoción del Desarrollo Económico y Social de Pereira (InfiPereira) y el Gobierno Nacional. En este se han invertido cerca de 90 mil millones de pesos.
Myriam Paola Salazar Jaimes, coordinadora biológica y ambiental de Ukumarí, explicó que los animales como los bisontes "tienen muchas opciones", como ir a un zoológico, que sería la primera alternativa, o tener albergue en una universidad, para lo cual ya se han hecho alianzas con varias instituciones.
Con respecto a los animales viejos, la bióloga explicó que su destino dependerá de su situación particular. "Si tenemos un animal muy afectado por una condición de salud, que es muy incapacitante o no le permite reproducirse, tendrá un tratamiento especial y este incluye que deba estar en otro espacio, que pueda hacerse (conseguirse) a través de una universidad".
Agregó que todos los animales viejos ya superaron la expectativa de vida en cautiverio y que deberán ir a un espacio "de buen retiro", pero eso se decidirá con base en un concepto técnico y acatando la normatividad de la Corporación Autónoma Regional de Risaralda (Carder) y el estatuto de protección animal.
A futuro, Ukumarí espera que se implemente, con la Corporación Universitaria Lasallista, en Antioquia, una línea especializada en gerontología de fauna silvestre, para animales de zoológico que requieren una atención de adulto mayor.
Eutanasia es opción
Hace dos meses, el veterinario Néstor Varela, quien trabajaba para el Matecaña y ahora está con Ukumarí, afirmó que la "eutanasia sería una decisión de bienestar" para animales "con lesiones degenerativas que han llegado a una progresión tal que les impide pararse, el movimiento o ni siquiera alimentarse".
Salazar complementó que la eutanasia sería la última opción y es una decisión que también se tomaría en consenso con los directivos del parque.
Otros animales del Matecaña no están enfermos y viejos, sino que no son muy atractivos y no estarían en Ukumarí. Es el caso de las guaguas lobas o pacaranas, de las cuales el Matecaña tenía tres en exhibición y 12 en el hogar de paso, que son considerados como "excedentes", pero tienen interés para conservación por su importancia en el ecosistema de Bosques Andinos y pueden cederse a zoológicos o centros de investigación.
"Por el momento las pacaranas están en el plan de colección de Ukumarí, pero como son una especie amenazada, es mejor que estén en un proyecto de reintroducción, de conservación. Son más útiles afuera que adentro", dijo la bióloga.