Les presento a Bársik, un gato ruso que acaba de ser contratado por una empresa de construcción. El gato, de un año y medio de edad, fue el ganador de un concurso, en el cual compitió con docenas de aspirantes al cargo de gato oficial de la compañía y ya firmó su contrato, por supuesto por medio de su pata.
El gato ganará un sueldo anual de 400,000 rublos, (unos 6250 dólares anuales, o 520 mensuales). La mitad de sus ganancias serán donadas a organizaciones que rescatan y cuidan animales callejeros en Rusia.
Bársik tendrá un chofer a su disposición y una sala personal en la oficina de la constructora. Sin embargo, el gato no tendrá que ir cada día al trabajo, sino sólo cuando lo llame el jefe para una reunión (¿envidia?).
Algunas de las obligaciones del empleado felino serán mantener actualizadas con muchas fotos las redes sociales, tarea que será realizada con la ayuda de su humano. Además, Bársik tendrá que visitar algunos de los nuevos departamentos construidos por la compañía.
En Rusia hay una tradición muy curiosa acerca de los gatos y las viviendas: Cuando uno pasa a vivir en una nueva casa o apartamento, el gato debe ser el primero en entrar al lugar. En el sitio donde se coloca para dormir o descansar, debería situarse la cama de los dueños. La tradición es tomada tan en serio que existen servicios de alquiler de gatos para este fin, ya que no todas familias tienen su propia mascota.