@fredrick_the_frenchie
Una investigación realizada hace poco por investigadores italianos, ha revelado notables diferencias en el comportamiento de perros adultos separados de sus madres demasiado pronto, frente a perros que permanecieron con sus madres y hermanos en los primeros dos meses de edad.
¿A qué comportamientos se refiere? Pues el estudio registró como los perros adultos que fueron separados de su madre antes de tiempo presentaban problemas de posesión con los juguetes, miedo a los desconocidos, agresividad con otros perros, miedo y ansiedad durante los paseos, problemas de posesión con la comida, ladrido excesivo, comportamientos destructivos en casa, etc.
Expertos en comportamiento canino creen que la combinación entre la influencia de la genética, el ambiente que le rodea y la experiencia del cachorro es lo que incide directamente en el desarrollo del comportamiento del perro. Está más que comprobado que los cachorros pasan por un periodo sensible, en el que es fundamental que se socialicen con otros perros, humanos y una amplia variedad de estímulos de su entorno. Este periodo comprende las 2 semanas de vida hasta los 4 meses aproximadamente, en el que el cerebro del cachorro esta en óptimas condiciones para aceptar nuevas experiencias con un miedo mínimo. Las experiencias que tiene el cachorro durante este período sensible tienen una capacidad muy importante de modificar su cerebro. Lo que el cachorro experimenta (o no) durante este periodo tan sensible tiene un profundo impacto en su carácter, temperamento y comportamiento de adulto.
Y es aquí donde quiero incidir en esto: desde las 2 semanas el cachorro aprende a socializarse con su madre y hermanos mientras está con ellos. Una vez pasa a formar parte de su nueva familia, ésta tiene al cachorro enclaustrado en casa y cumpliendo las órdenes del veterinario que son: no sacar al cachorro a la calle hasta que tenga todas las vacunas puestas. ¿Y cuándo es eso? Cuando acaba ese periodo sensible, ¿qué hemos conseguido? Prohibir al cachorro de interacciones necesarias para el enriquecimiento de su cerebro y lo que ello conlleva.
El cachorro debe separarse de su madre a las 7 semanas como mínimo, es decir, a los 45 días de vida, aunque lo ideal es adoptar al cachorro con 2 meses de edad. Atención a los perros comprados en tiendas de mascotas: estos perros tienen muchos problemas, de conducta pero también de salud, porque estos cachorros pasan por un calvario de insalubridad, estrés, soledad, etc. hasta lucir tan bonitos tras los cristales.
A partir de aquí y aunque el veterinario prohíba sacar a la calle al cachorro es fundamental que se haga a partir de la primera vacuna, vigilando tener mucho cuidado de con qué perros se relaciona, de que no coma nada del suelo, etc. Este es un ejemplo claro de una buena socialización: “Uma ha superado la etapa de socialización con matrícula de honor“. Pero también con personas, ruidos, olores, etc. Cuanta más estimulación, mejores resultados cuando el cachorro sea adulto.
La investigación concluye que muchos problemas de relación social de los perros así como de comportamiento cuando el perro ya es adulto tiene su origen en una temprana separación del cachorro de su camada, por tanto, dejemos, en la medida de lo posible, que los cachorros permanezcan al lado de su madre y hermanos el mayor tiempo posible (repito, hasta los dos meses).
Sandra Ferrer. Creadora del Programa de Educación Canino “Cómo Educar a un Cachorro” ** REPORTE GRATUITO: Las 7 Claves Para Educar a un Cachorro con Éxito. Haz Click Aquí y Descarga AHORA