Darle una pastilla a un gato puede ser un problema si no sabes cómo hacerlo, sin embargo, con algunos trucos puede ser algo muy sencillo. En este post vamos a hablar de ello y a despejar todas las dudas.
Medicación para gatos
Cuando estamos cuidando a un gato debemos saber que es muy frecuente que haya que suministrarle medicación, muchas veces porque esté enfermo, pero también pueden ser vitaminas, minerales, desparasitantes, etcétera. Dependiendo del tipo de medicación hay que administrarlo de manera diferente.Lo más fácil de administrar son las gotas, ya que solo debemos verterlas sobre la boca del gato y él las lamerá por instinto. Los jarabes también son sencillos de administrar, con una jeringuilla especial se introducen dentro de la boca y listo.
Las pastillas, cápsulas, comprimidos y similares requieren algún procedimiento para administrarlos con eficiencia, ya que, al ser un objeto sólido, el instinto del gato es a escupirlos. Algunas pastillas o comprimidos se pueden triturar y mezclarse con agua para administrarse como un jarabe, pero para ello hay que consultar con el veterinario o farmaceuta, ya que en algunos casos puede afectar la absorción del medicamento.
Trucos para que tu gato se trague la pastilla
Es importante que te informes con el veterinario, de varios aspectos de la medicación, para que elijas la manera en que vas a suministrar la pastilla, ya que no todos los casos son iguales:Dentro de la comida
Si la pastilla se puede dar junto con los alimentos este truco puede funcionar muy bien:Si el gato lo tolera, le puedes dar un poco de aceite, mantequilla o cualquier grasa justo antes, ya que eso favorece que el bolo llegue al estómago. También puede ser un poco de líquido, lo importante es hidratar o lubricar el conducto digestivo.
Toma la pastilla y envuélvela en algún alimento que al gato le guste mucho, puede ser un pedazo de carne, pan, migas de galletas, etcétera. Es importante que el gato no te vea hacerlo.
Ofrécele al gato primero un pedazo de alimento sin la pastilla, luego de que coma uno o varios pedazos le ofreces el pedazo con la pastilla adentro. Debes fijarte muy bien en que se la haya comido toda.
Ofrécele agua, esto tiene doble función, ayuda a que la pastilla llegue al estómago y verificas que, en efecto, se la tragó.
Introducirla en la boca
Si la pastilla no se puede tomar junto con los alimentos, entonces debes hacer que se la trague sin más:Primero hay que inmovilizar al gato, para ello extiende una sábana en una superficie plana, como una mesa o una cama. Luego coloca al gato y enrolla la sábana alrededor de él, sin cubrir la cabeza. Debe quedar como un tabaco.
Con el gato inmovilizado, lo colocas acostado a una altura cómoda para manipularlo. Lo ideal es una mesa. Si no tolera estar acostado, lo pones con el lomo hacia tu regazo.
Con la mano izquierda, si eres diestro, o derecha si eres zurdo, le abres la boca por los lados. Esto se hace presionando entre los dientes para que el gato abra la boca por reflejo. Los dedos se dejan bloqueando la mandíbula para que no pueda cerrar la boca.
Mientras tenemos al gato con la boca abierta se le introduce la pastilla con la otra mano, tratando de llegar lo más atrás posible. Hay que tener cuidado de no apoyarse en los dientes, para no lastimarse.
En ese momento y sin perder demasiado tiempo, se le sopla la nariz al gato, al tiempo que se le suelta la boca para que por reflejo trague.
Luego se le suministra agua con una jeringa especial, sin aguja, para que la pastilla termine de pasar hasta el estómago.
Después debes verificar que el gato se tragó la pastilla, revisando su boca minuciosamente y el entorno, ya que la pudo haber escupido sin que lo vieras.
Una vez que sepas que se la tragó, lo desenrollas de la sábana y lo premias con mimos.
Consejos adicionales para suministrar medicamentos a los gatos
Es importante que el gato esté tranquilo al momento de suministrarle la pastilla, ya que si de antemano está nervioso es posible que el procedimiento salga mal. Si el gato está incómodo, espera un mejor momento, claro, siempre y cuando el medicamento pueda esperar.
Sin embargo, si la administración de la pastilla al gato es urgente, obedece a un horario o, por el motivo que sea, no puedes esperar, debes hacerlo así esté incómodo, tómate unos segundos para tranquilizarlo con caricias y mimos.
Más importante que el gato esté tranquilo es que la persona que le va a dar la pastilla esté tranquila. Si el procedimiento se hace con firmeza y seguridad, sin agresión, es muy posible que salga bien. Las palabras de cariño y seguridad son muy importantes para mantener el aplomo.
Si el gato tiene una gran predisposición a tomar pastillas, ha tenido una mala experiencia, es muy agresivo o no sientes seguridad para hacerlo, podrías pedírselo al veterinario o a un auxiliar de veterinaria. Estas personas están habituadas y entrenadas a manipular animales y se les hace más fácil.
Si tienes un cachorro de gato, desde muy joven acostúmbralo a manipularle la boca. Puedes ensayar dándole golosinas enteras para que se habitúe al procedimiento. Si lo haces con regularidad, al momento de darle la pastilla al gato será muy sencillo.
Si no quieres inmovilizarlo con la sábana, otra manera de hacerlo es con la ayuda de otra persona, quien solo se encargará de mantener quieto al gato. Para ello, debe rodear con las manos, la parte del tronco del gato donde comienzan las patas delanteras. Esto debe hacerse con mucha firmeza, ya que si se suelta puede rasguñar o agredir.