1) Sácalo del lugar en donde esté. Los perros callejeros por lo general le huyen al contacto humano, y más si han sido maltratados anteriormente. Para acercarte a él deberás hacerlo de poco a poco y con cuidado; evitando movimientos bruscos que puedan asustarlo y dejando que el perrito se acostumbre a ti. Lo mejor es ofrecerle comida y estirar la mano para que te olfatee, y siempre debes tener un tono de voz calmado. Es importante que utilices un collar, un bozal, o una manta para envolverlo y evitar mordeduras.
2) Cuando lo lleves a un lugar seguro, procura que no esté pasando frio. Puedes hacer alguna cama para que descanse con almohadas y mantas que tengas. Consigue alimento para perros y deja que coma, si no tienes o no consigues, puedes darle alimentos como pollo o arroz, no te olvides del agua fresca. Intenta por un tiempo que el perro entre en confianza en tu hogar, y que entienda que deseas ayudarlo, ya que si lo obligas a comer o a dormir no va a hacer otra cosa que atacarte.
3) Cuando el perro haya descansado y esté acostumbrado a ti, llévalo al veterinario para que lo revise. Muchas veces no son llevados por la falta de dinero, en el caso de que no tengas el dinero para pagar la consulta inmediatamente, puedes hacer una colecta entre vecinos y familiares, o pedir un descuento en el veterinario más cercano. Lo importante es que el perro tenga atención profesional rápidamente para descartar enfermedades e infecciones. La consulta va a servirte para averiguar el esquema de vacunación, cómo desparasitarlo, su peso, tamaño, edad aproximada y cualquier enfermedad que pueda tener el animal. Algo importante es la esterilización. Un perro esterilizado ayuda a evitar que muchos cachorros estén en su misma situación de abandono.
4) Lo más importante: ¿Con quién se quedará el perro? Si por cualquier razón no puedes tenerlo en tu casa debes procurar que a quién le das el perro en adopción, lo cuide de la mejor manera. No cualquier persona se puede hacer cargo de una mascota responsablemente. Mucha gente puede ver adorable a un animal al principio y adoptarlo por impulso y emoción, sin darse cuenta que un animal es una responsabilidad a largo tiempo, que necesita atención, comida, salud y sobre todo amor. Garantiza que la mascota no vuelva a sufrir malos tratos en un futuro.