A veces cometemos el error de pensar que tenemos suficiente conocimiento para poder medicar a nuestros animales, cuando lo que tenemos es mucho corazón pero poca información…
Y cuando tu compañero/a está pachucho/a, hay una solución muy clara a la par que válida que nuestra compañera Carolina comenta en este artículo. ¿Quieres saber cuál? ¡Sigue leyendo!
A mi animalita la veo mala, no está bien, esta triste, esta apática, no quiere comer, tiene vómitos… la daré primperan, paracetamol, un ibuprofeno o un antibiótico.
La consecuencia de este acto sin mala fe y preocupándote de tu compi, es que estas poniendo en riesgo grave su salud.
Sí, estamos de acuerdo en que eres la persona que mejor conoce a su perro o gato. Pero no, no debes auto medicarles… y aprovechamos para decirte que tampoco te debes auto medicar tú.
Si tienes sospecha de que se encuentra mal, tiene dolor, algo de fiebre… te ofrecemos la mejor solución, sobre todo para protegerles a ellos, a tu familia…: Acude al veterinario.
Podemos alargar la discusión lo que quieras: yo una vez estuve con vómitos y tome esto, o me di un golpe y me tome un antiinflamatorio, además voy a inventarme una dosis extrapolando el prospecto a mi perrita, es decir, si para los niños la dosis es tal para mi perro que pesa 10 kilos entonces… Si sabemos es que es de buena fe… pero acude a tu veterinario.
Se estima que 150 miligramos de paracetamol por cada kilo del perro es la dosis letal. Esto significa que unos comprimidos de paracetamol pueden matar a tu perro… el 80 % de los medicamentos que toman los humanos son mortales para los gatos.
Es importante saber los primeros síntomas que esos medicamentos producen en nuestros compañeros peludos pueden ser vómitos, muchas veces con sangre, aumento de la respiración, de la temperatura, dolores abdominales, orina pardo-oscura, edema en la cara, ictericia o depresión.
Si el animal después de ingerir un medicamento automedicado presenta algo así…: acude a tu veterinario.
Las mascotas no son personas, por lo que su organismo no acepta determinadas sustancias que sí acepta el organismo de los humanos así que… acude a tu veterinario.
Entiendo que al final supone un ahorro la visita al veterinario, pero a veces, lo barato sale caro y las consecuencias pueden ser muy graves y no solo económicas. ¡Estamos hablando de seres vivos!
No seas como las típicas mamás… debes saber qué enfermedad tiene, su peso, la especie, los horarios del medicamento, la dosis, haber estudiado una carrera en un sitio que se llama Facultad de Veterinaria y además aprobar la carrera.
Os invito a que leáis este artículo de National Geographic que nos habla de que los animales se auto medican ellos mismos, que no es lo mismo a que les des tú la medicación porque tú lo vales
Foto de personas creado por freepik – www.freepik.es