¡El mayor trauma de todos los perros! La tan temida visita al veterinario. Cuando llevas a tu perrito al veterinario, ¿no te sucede que gruñe, intenta retroceder, se acuesta en el suelo, se retuerce, tiembla como una hoja o empieza a ladrar como un loco? Toda esa actitud que demuestra es causa de la ansiedad del perro por haber sido llevado en contra de su voluntad a un lugar que él considera maligno.
Por alguna razón los perros asocian el veterinario con algo malvado. Es un lugar maligno donde todo el mundo está nervioso, todo es frío y estresante. Entonces, cuando está en este sitio que no le gusta, su propietario lo colma de atenciones, le habla mucho y en tono muy dulce, constantemente le dice que no pasa nada...Y esto sólo hace que su ánimo empeore.
Sí, por supuesto que no es algo que se haga con mala intención. Todos los humanos estamos acostumbrados a combatir el estrés con ternura, atención y cariño, y con nosotros suele funcionar, con nuestros niños y nuestros mayores y nuestros amigos. Pero hay que entender esto: el perro es distinto, cómo piensa, cómo se comporta es totalmente diferente a como lo hace el ser humano.
Para un perro recibir amor y cariño es una recompensa. Si lo recompensamos cuando está estresado y nervioso...¡le estamos diciendo que está bien estar estresado y nervioso! ¿Entiendes la contradicción en la que lo hacemos entrar? Nosotros sólo queremos que esté tranquilo, porque pensamos que es un trauma para él y una terrible experiencia, pero sólo estamos emperando la situación.
Lo mejor que podemos hacer al visitar al veterinario es estar tranquilos: entonces él también lo estará. Tratemos de ignorar sus lloros y sus llamadas de socorro, porque cuando vea que no te afecta, que no te pones nervioso al verlo nervioso a él, al final el perrito también se relajará. Otra recomendación es que al sacarlo den un paseo antes de ir al veterinario asi como darle recompensas al entrar y luego al salir, y por supuesto, también cuando esté dentro de tanto en tanto. Eso sí: recompensas sólo cuando esté tranquilo.
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Imagen Leonberger: Raintree75 / Flickr.