Las características sociales de los perros y los gatos son diferentes. Y es que los caninos están mejor vistos porque se les considera más compañeros, más amigables, y, sobre todo, más obedientes. En cambio, los gatos dan la impresión de que son muy reservados e independientes.
Personalidad de las personas que le gustan los perros o los gatos
De hecho, un estudio realizado por la compañía Facebook donde cada persona debía colocar una foto de perfil en la que estuviera con sus mascotas, demostró lo siguiente:
Los amantes de los perros tenían un 26% más de amigos y más conexiones en línea en comparación con los amantes de los gatos.
Los dueños de los felinos recibían más invitaciones para eventos.
Las personas que tenían gatos tendían a formar parte del equipo de los solteros, ya que el 30% de ellos no tenía pareja. En cambio, entre los amantes de los perros un 24% más tenía pareja.
Los amantes de los perros tendían a vivir en zonas más rurales al preferir un espacio más grande para que jugaran sus perros.
A los amantes de los felinos les gustaba más vivir en zonas urbanas.
Este estudio concluyó que los dueños de los perros eran mucho más sociables y sus emociones mucho más estables. En cambio, los dueños de los gatos demostraron que sus sentimientos eran más variados y preferían la soledad.
Muchos estudios han demostrado que las personas prefieren como mascotas más a los perros que a los gatos. Y es que la relación que los humanos han tenido con los gatos ha sido muy diferente a la que han tenido con los perros.
La Asociación para la Ciencia Psicológica indicó que una de las razones por las que existen las diferencias de personalidad podría estar relacionada con el entorno de la persona. Esto quiere decir que mientras los dueños de perros salen a pasear con su mascota, los amantes de los gatos saben que pueden quedarse en casa leyendo un libro o, simplemente, viendo una película ya que los felinos no necesitan salir a pasear.
Diferencias entre perros y gatos como mascotas
Los perros suelen atender la llamada de sus dueños de manera inmediata sin ningún problema
Los gatos captan la llamada pero son pocos los que se acercan rápidamente. La mayoría acude cuando le apetece.
A los perros hay que bañarles cada cierto tiempo.
Los gatos se lavan con su lengua.
En casos de emergencia, los perros hacen el mayor ruido posible para alertar a los demás.
Los gatos, en caso de emergencia, buscan una salida rápida para escapar.
A diferencia de los perros, los gatos no pueden percibir los sabores dulces.
Los perros pueden dejar de comer en determinados momentos, cosa que no suele pasar con los gatos.
Los gatos son carnívoros de manera estricta, en cambio el perro es más omnívoro, puede ingerir más tipos de alimentos. Esto no quiere decir que puedas darle cualquier tipo de alimento.
Los perros son más activos a cualquier hora. Si le levantas de su siesta para jugar lo hará con gusto.
Los gatos pueden estar mucho tiempo solos sin agobiarse, en cambio los perros son más dependientes y precisan de una mayor atención.