Es un ave que proviene de la familia de los loros, está ubicado en las zonas tropicales de África, se encuentran mucho en Madagascar, Kenya y Tanzania.
Existen nueve especies, pero las más conocidas son el Agapornis roseicollis, el de Fischer y el personata.
Su tamaño es pequeño pero con cuerpo robusto, suele medir entre trece y dieciséis centímetros de altura. Su pico es fuerte y sus patas las utiliza para caminar y para comer. Tiene una cola corta con plumaje colorido y redondeado. Los colores que más abundan son el verde, anaranjado y el rojo.
Son aves alegres, juguetonas y divertidas, y muy sociables. Son muy cariñosos con su pareja, pero son muy celosos de su territorio y no aceptan extraños en su entorno. Para conseguir que conviva con otra ave es conveniente que se acostumbre durante las primeras semanas a estar en jaulas individuales una al lado del otro.
El agapornis no habla como los loros, solo se limita a cantar, pero no son muy ruidosos.
Suelen reproducirse en los inicios de la primavera, porque no soportan temperaturas muy extremas. Suelen tener entre cuatro y seis huevos que se incuban durante veinte dias, hasta el nacimiento de los polluelos. Suelen ser cuidados por sus padres los dos primeros meses, luego ya son independientes.
Cuidados que necesitan
Necesitan mucho espacio, con lo cual debes tener una jaula grande como mínimo de unos sesenta centímetros de alto y largo. La jaula tiene que ser de metal y con las barras horizontales, así pueden escalar sin problemas.
No los pongas en corrientes de aire y ha temperaturas muy elevadas. Intenta tener una pareja de agapornis.
Su alimentación se basa en alpiste, pipas de girasol, semillas de avena, todo esto puede estar mezclado. También pueden comer como complemento fruta como mazanas, y verduras como lechuga y zanahoria. Se debe poner un hueso llamado de jibia que les aportara calcio.
Estos animales pueden llegar a vivir hasta entre diez y quince años.