Tomado de El Periódico.com
EFE / PEKÍN.- El Parlamento tailandés ha aprobado este miércoles la primera ley específica para la protección de animales en el país, tanto domésticos como salvajes, según han informado fuentes cercanas al proceso legislativo. "Los orígenes del borrador se remontan 20 años atrás, cuando se le pidió al departamento de ganadería de Tailandia redactar una ley contra el comercio de piel de perro", indicó Roger Lohanan, miembro del subcomité encargado de discutir la ley en la Cámara Baja.
La nueva ley aumenta las multas de 1000 baht (25 euros o 30 dólares) a 20.000 baht (500 euros o 600 dólares) y las penas de un mes a hasta un año de prisión, frente a las penas contempladas en otras normativas más generales hasta ahora. Los diputados han accedido a incluir como anexo del texto principal, que entrará en vigor dentro de 180 días, observaciones sobre el consumo y venta de carne y piel de perro o gato, y sobre 20 casos concretos que definen la crueldad animal, para ser consideradas por las autoridades.
Lohanan, que también es director de "Thai Animal Guardians Association", ha apoyado junto a otras 12 organizaciones una campaña que ha reunido 115.000 firmas para promover definiciones específicas de crueldad animal en el cuerpo de la ley. "No tenemos ninguna ley que de ejemplos específicos de lo que está bien y lo que está mal, si obvias la definición, tienes que esperar a que el crimen ocurra", criticó el consultor legislativo.
Nancy Gibson, directora de la ONG "Love Wild Life", que también forma parte de la campaña, consideró que a pesar de no incluir los 20 casos de maltrato como parte del texto legal, "es una jornada exitosa para los animales y se ha hecho historia". "La lucha todavía no ha terminado, necesitamos comprobar si la ley es realmente efectiva a la hora de procesar a maltratadores de animales", advirtió Gibson.
Tailandia es uno de los países proveedores de carne de perro a países como Vietnam o China y, según denuncian ONG como Worldwide Friends Fundation Thailand, muchos de los elefantes y tigres que atraen a turistas cada año son maltratados y drogados por sus cuidadores.