El Post del Gato - Parte 1
*Salud felina
*Comportamiento
*Cuidados
*Alimentacion
*Enfermedades
Además de las dietas basadas en alimentos envasados, fabricados expresamente para gatos, existe la posibilidad de alimentar a nuestra mascota con alimentos naturales.
La dieta natural incluye una selección de alimentos, siendo el alimento principal la carne (también puede ser pescado).
Es imposible pensar en un gato vegetariano ya que necesitan las proteínas de la carne para sobrevivir. Debemos considerar que los gatos necesitan el doble de proteínas que los perros y sólo pueden consumirla a través de la carne, vísceras, pescado, huevos y leche.
La alimentación del gato está compuesta entre un 30% y un 40% de proteínas.
Los gatos deben consumir carne (cruda o cocida, pero no hervida para no destruir las vitaminas) combinada con verduras o también con pasta (tallarines, fideos) o arroz blanco. También pueden consumir pescado (sardinas en lata, jurel, salmon, etc) sin espinas y cocido y pollo, sin huesos pequeños.
Pueden comer hígado (gran fuente de vitamina A, D y E) pero sólo de vez en cuando. También puede darle, algunas veces, un hueso pequeño, no muy duro, para roer, eso les encanta y mantiene limpios sus dientes. Evite los huesos de pollo porque las astillas pueden atascarseles en la garganta.
Como complemento o premio se le puede dar al gato un huevo duro desmenuzado a la semana o papillas de huevos revueltos (sin aceite).
La leche no es necesaria en la dieta del gato adulto, pero si le gusta désela en poca cantidad o mezclada con un poquito de yogur, que les encanta. Si vomita o le da diarrea cuando toma leche, suspéndasela.
A veces en períodos de crecimiento, embarazo o lactancia es necesario agregar a la dieta de nuestra mascota suplementos vitamínicos y calcio, que deben ser recetados por el Veterinario.
A muchos gatos les encantan las verduras e incluso la fruta. Si es así, dele lo que le gusta, pero sin exagerar. Las verduras que asimilan mejor son las papas (patatas), porotitos verdes o chauchas y la zanahoria cocida. A algunos les encanta la coliflor (désela en pequeñas cantidades porque les produce flatulencia), los espárragos, hojitas de alcachofa (alcauciles), tomate, choclo cocido (maíz, elote) y las aceitunas.
Siempre agregue algo de sal a sus comidas y si cree que a su gato le faltan vitaminas, puede darle una cucharadita de levadura de cerveza de vez en cuando.
Están prohibidos en la dieta del gato los dulces, el chocolate y el azúcar. Puede darle a probar alguna masa dulce o un poquito de torta o pastel, pero sólo un pedacito, más cantidad los enferma y no los alimenta.
En el caso de los embutidos o cecinas, puede darle de vez en cuando un poquito de jamón o similar, pero en cantidades muy reducidas.
Recuerde lavar muy bien el plato de su gato todos los días, sobre todo si tiene más de un gato ya que muchas enfermedades se transmiten por la saliva y podrían contagiarse usando el mismo plato contaminado.
El gato, a pesar de ser un animal domesticado, conserva intacta su condición de felino carnívoro, es decir esta incapacitado para vivir sin consumir proteínas animales (carnes).
Su proceso de domesticación fue lento y a lo largo de este siguieron manteniendo sus habilidades de cazadores.
Esta dieta particular, basada en presas capturadas, ejerció cambios sobre su metabolismo, limitando la producción de ciertas sustancias químicas esenciales para su vida.
Sus requerimientos nutritivos, únicos entre los animales domésticos, y la necesidad de consumo de productos de origen animal, determinan que los alimentos comerciales para los pequeños felinos sean más caros que la comida para perros.
Durante siglos agudizó el sentido del gusto y es por ello que se dice que los gatos son verdaderos gourmet.
Los gatos disfrutan de los distintos sabores y texturas y cada uno tiene gustos particulares.
Su exigencia de proteínas duplica la de los perros; sólo la carne, vísceras, pescado, huevos y leche puede aportarle una concentración suficiente de aminoácidos esenciales.
La taurina, vital para su vista, no se forma en el organismo del gato (a diferencia de otros animales).
Por ello de un 30 a 40 por ciento de su dieta debe estar integrada por proteína animal.
Cabe destacar que todos los alimentos comerciales incluyen taurina entre sus ingredientes.
La grasa le proporciona a los gatos del 25 al 30 por ciento de su consumo calórico y los ácidos grasos esenciales.
A los mininos les gusta la grasa y pueden digerirla más que los humanos. Los alimentos comerciales la incluyen para darle sabor a sus mezclas.
La grasa también es una buena fuente de vitaminas A, D y E.
La vitamina A es particularmente importante para los gatos, porque a diferencia de los herbívoros y omnívoros (como los perros), no pueden formarla a partir del caroteno de las plantas.
El hígado de carne vacuna y los aceites de hígado de pescado constituyen buenas fuentes de vitaminas, el primero proporciona la niacina (rica en vitamina B).
Por ello los productos comerciales son ricos en calcio y fósforo, sustancias necesarias para su subsistencia
En el pasado los gatos obtenían estas vitaminas de los huesos de sus presas.
Aunque lo ideal,debido a la forma de vida moderna, es que los gatos se alimenten con productos comerciales, algunos dueños prefieren darles comida casera por considerarla más barata o más saludable.
En estos casos el problema radica en que es muy difícil mantener el equilibrio y lograr que la alimentación casera supla todos los requerimientos de la mascota, pero con algo de planificación se puede hacer.
La regla básica de la alimentación natural felina es la variedad.
Si se le da a un gatito carne sin grasa, pollo, pescado sin espinas y otras carnes solas, se le encamina hacia una osteopatía con raquitismo y ceguera, además de otros problemas, por falta de calcio y vitamina A.
Fuente: este post proviene de Blog de Muimiu, donde puedes consultar el contenido original.