Enfermedades del Pez Neón: cómo es la Pleistophora Hyphessobryconis

Como ocurre con tantas otras especies de peces, las enfermedades del pez Neón pueden mermar sus capacidades y prestaciones en su vida en cautividad, por lo que es conveniente conocer los posibles problemas de salud de estos animales para dar una respuesta firme y precisa y devolverle a sus plenas facultades.

Las posibles enfermedades del pez Neón que pueden afectar a los ejemplares de esta especie se resumen en esta patología principal.

Pleistophora Hyphessobryconis

Sin duda, es la enfermedad más común entre las que pueden atacar al bienestar del pez Neón, por lo que conviene analizar a fondo las causas, los síntomas, las soluciones y las medidas de prevención de esta patología propia del pez Neón.

Conocida también como enfermedad del Neón, se trata de un problema de salud causado por un protozoo que suele alterar la armonía, no sólo de estos peces, sino de toda la familia de los Carácidos.

Puedes entender la relación tan estrecha entre esta enfermedad y la familia de los Neones por su propia denominación científica, que se asemeja al antiguo nombre del Tetra Neón (Hyphessobrycon Innesi).

Es complicado establecer unas características fijas de esta patología pero sí se ha podido constatar las elevadas tasas de mortalidad asociadas a ella.

Síntomas

Las señales que pueden hacer pensar que el animal está sufriendo los estragos de esta patología varían en función de distintos criterios pero, generalmente, los síntomas del Pleistophora Hyphessobryconis son los siguientes:

Pérdida de coloración

Lesiones evidentes en la piel

Heridas en la superficie de su cuerpo

Apariencia un tanto lechosa

Pérdida de masa corporal del pez

Natación anómala o estresada, casi siempre con la boca abajo

Imposibilidad de seguir el ritmo del cardumen

Sensación de insensibilidad en el dorso

El protozoo causante de la enfermedad se ocupa de paralizar el tejido por el que pasa, siendo la zona dorsal la más afectada. Si avanza descontrolado, el tejido llega al punto de disolverse por el deterioro ocasionado, siendo este el motivo del aspecto lechoso.

Normalmente, esta enfermedad viene acompañada por otras patologías secundarias de origen bacteriano motivado por la pérdida considerable de capacidad de sus defensas.

Estos problemas complementarios se suelen detectar con cierta podredumbre de las aletas y posibles úlceras.

En ocasiones, la enfermedad Pleistophora tiene como origen una bacteria, concretamente la Flexibacter Columnaris o por un protozoo parásito diferente, como el Tetrahymena, el responsable de lo que se conoce como la epidemia de los Guppy, presentando, en este caso, un cuadro de síntomas similar.

Establecer el origen de esta enfermedad es complicado, ya que se precisa un microscopio con capacidad para 150 aumentos buscando quistes del agente patógeno concreto.

¿Hay un tratamiento?

La enfermedad del Pez Neón no puede combatirse con tratamientos de antibióticos o colorantes orgánicos.

Existe en el mercado una gran variedad de supuestos tratamientos eficaces, muchos a base de antibióticos, que, en realidad, no tienen ninguna validez para el cometido que se supone.

Sólo se ha demostrado su efectividad en la enfermedad que procede del parásito causante de la llamada falsa enfermedad del Neón, ya que sólo actúan en infecciones bacterianas.

De todas formas, se suele recomendar un tratamiento genérico para la totalidad del tanque durante unos 5-6 días, a base de Furazolidona (unos 20 mg/l), Terramicina y aureomicina, en proporciones de unos 500 mm por cada 70 litros de volumen real que tenga el acuario en el que pretendemos que actúe.

Cómo se propaga la Pleistophora en un acuario

Según se ha podido constatar, la transmisión del protozoo se produce a través de la ingesta por la boca, ya que actúa, principalmente, en el aparato digestivo, siendo las esporas que transportan al parásito las encargadas de liberarlo para circular por la sangre e introducirse en los tejidos musculares para instaurarse ahí y crear una colonia, a la cual se conoce como esporoblastos.

Estas agrupaciones producen nuevas esporas desde donde se asegurará la supervivencia de los protozoos en los momentos más complicados para ellos.

Normalmente, las esporas, cuando ha transcurrido un tiempo prudencial para considerarlas maduras, se liberan por las heces o a través del tejido muscular, flotando por el agua hasta que ataca a otro pez, por lo que se considera esta otra de las vías de transmisión de la Pleistophora.

Los cadáveres de los peces afectados por esta enfermedad también pueden servir de peligro para el resto de especies con las que convivan, ya que si se los comen antes de ser retirados pueden contraer la misma afección.

Consejos para la prevención de la enfermedad del Neón

Existe una serie de sugerencias relacionadas con la prevención de la Pleistophora, entre las que destacamos las siguientes:

Mejorar las condiciones del acuario: se ha demostrado en diversos estudios que los peces Neón que se mueven en aguas blandas y con índices de pH iguales o inferiores a 6 no son tan propensos a contraer la infección.

Observación: estar pendiente de la apariencia y características de los ejemplares de tu tanque es clave para minimizar los peligros de tus mascotas, ya que, en cuanto percibas que alguno de ellos ha contraído la patología, debes retirarlo lo antes posible para no afectar al resto.

Medidas en caso de tener varios acuarios: si dispones de más de un tanque, conservados con elementos comunes, como salobres o sifonado, lo mejor que puedes hacer es desinfectarlos.

En algunos casos, es mejor optar por el sacrificio: en situaciones en las que el pez supera la enfermedad, el parásito permanece latente dentro de su organismo, por lo que puede causar un nuevo brote y afectar al resto de peces. En este escenario, muchos expertos aconsejan sacrificarlo.

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